Hablando con un conocido cercano al mundo de la hípica, Ignacio Navas, Elías Abad e Ingrid Fuster descubrieron la cantidad de lesiones que se producen a consecuencia de caídas por montar a caballo. “Un estudio de la Universidad de Kentucky revela que sólo en EE UU 50.000 jinetes tienen que ser atendidos de urgenica por caídas todos los años. La mayoría de las personas que practican este deporte o bien han tenido alguna lesión importante, o bien han dejado de montar a caballo por alguna lesión”, explica Fuster, jefa del departamento de diseño y producto de la empresa.
Decidieron buscar una solución a través de la tecnología y junto con Navas y Abad, ambos ingenieros, desarrollaron un cinturón que asegura a la persona manteniéndola sujeta al caballo en todo momento. Consiste en una estructura que no es molesta para el animal, un arnés que sujeta al jinete y un conjunto de broche y tapón que van unidos mediante un cable que transmite datos entre ellos y componen la parte inteligente del sistema. “El tapón contiene sensores que determinan la posición, velocidad y aceleración del caballo. El broche procesa los datos de esos sensores y controla los sistemas de apertura”, explican. Elcinturón sólo libera a la persona en caso de que el caballo se caiga, garantizando así que el jinete no esté sujeto a él si eso sucede.
El accesorio de Sistema Pulliter cuesta 600 euros, pero ofrecen también la posibilidad de alquilarlo mensualmente para particulares y también para las hípicas que quieran ofrecérselo a sus clientes. Para llevar a cabo el sistema invirtieron 100.000 euros que destinaron a investigación y desarrollo y a crear un producto acabado y listo para comerciar. A pesar de su probado buen funcionamiento, les está costando entrar en el mercado ya que aseguran que la mayoría de jinetes expertos ven con normalidad correr el riesgo de caerse y sufrir una lesión, y nunca se han planteado practicar este deporte con un sistema de seguridad inteligente.
Su intención es que en un futuro cercano todas las personas que entren en el mundo de la equitación utilicen uno de sus sistemas para aumentar la seguridad, así como que personas que a priori no puedan montar a caballo por alguna discapacidad física o psíquica, y que poco a poco se vaya normalizando su uso. “Creemos que se implantará en la práctica de este deporte, igual que hace años se fue implantando el cinturón de seguridad en vehículos”, afirma Fuster.