La empresa holandesa Dutch Docklands ha sido la adjudicataria para llevar a cabo el diseño y la ejecución del proyecto Maldives Floating City (MFC), la futura ciudad flotante que se construirá en el extrarradio de Malé, la capital maldiva, a la que sus habitantes podrán llegar en menos de 15 minutos en barco.
El objetivo final del proyecto es que la primera ciudad flotante del mundo sea capaz de afrontar con éxito el riesgo de desaparición por la continua amenaza de la subida del nivel del mar, acelerada por el cambio climático. El punto más alto de todas las Maldivas se encuentra a poco menos de dos metros y medio sobre el nivel del mar en la isla Villingili en el atolón Addu.
Para ello se quiere construir una ciudad que no pueda ser tragada por el mar. La idea es empezar la construcción en enero de 2023 con un plazo de ejecución previsto de entre 4 y 5 años. La ceremonia oficial dando el visto bueno al proyecto se celebró el pasado mes de junio, cuando se procedió a la firma de un documento suscrito por el responsable del Ministerio de Turismo de Maldivas y la promotora holandesa.
La ciudad acogerá a 20.000 personas que se repartirán por las 5.000 viviendas proyectadas. Éstas estarán ancladas al fondo de la laguna y unidas entre sí para crear un ambiente seguro y confortable para los residentes. Las viviendas se construirán sobre una serie de estructuras hexagonales que ocuparán unas 200 hectáreas del Océano Índico. Cada residencia, de poca altura, tendrá una extensión aproximada de 100 metros cuadrados y sus inquilinos disfrutarán de vistas al mar, terraza y, en lugar de un parking para el coche, un embarcadero para el barco. Según Dutch Docklands cada casa costará alrededor de 240.000 euros.
Una ciudad con modelo de turismo integrado
La compañía holandesa argumenta su conocimiento basándose en “cientos de años de experiencia en la batalla contra el agua en los Países Bajos”. No obstante, el enfoque que se le está dando al proyecto corresponden al modelo de ‘turismo integrado’ -respetuoso con el entorno y el medio ambiente- más que como solución para los habitantes de la zona.
Según el CEO de Dutch Docklands, Paul van de Camp, la propuesta de hogar se dirige tanto a los maldivos como a los visitantes internacionales, a quienes se les ofrece la opción de obtener un permiso de residencia de forma rápida a través de la compra de una casa.
La ciudad flotante será una combinación de casas, hoteles, tiendas, restaurantes y puerto deportivo para ofrecer un “paisaje de ensueño” con un “enfoque revolucionario para la vida moderna y sostenible encaramado contra un telón de fondo del Océano Índico”.
Una red de puentes, canales y muelles facilitarán a todos los habitantes el acceso a todos los servicios disponibles una vez que se ha descartado el uso de automóviles en la zona a favor de bicicletas, buggies y scooters eléctricos.
Otro de los objetivos es cultivar grandes y nuevos arrecifes de coral, muy presentes siempre en la zona y ahora amenazados por los abruptos cambios ambientales. “Nuestra adaptación al cambio climático no debe destruir la naturaleza sino trabajar con ella, como propone la Ciudad Flotante de Maldivas. En las Maldivas no podemos detener las olas, pero podemos subir con ellas”, declaraba Mohamed Nasheed, presidente de Maldivas de 2008 a 2012.
Mientras los edificios flotan en la superficie del agua, las barreras de la isla alrededor de la laguna servirán como rompeolas debajo de la línea de flotación, una configuración ingeniosa que disminuye el impacto de las olas de la laguna mientras estabiliza las estructuras y los complejos en la superficie.