La idea surgió durante una comida en una cadena de restauración franquiciadora, “cuando, al atenderme la camarera de muy malas formas, fui consciente de cómo una persona, que no pertenece a la central y que está tan alejada de ella, puede tener tanta responsabilidad de transmitir unos valores y una imagen de marca hacia los clientes”. Arias considera que esos trabajadores tienen una doble responsabilidad: con los valores de los fundadores (el franquiciador) y con su gerente (el franquiciado).
“Ahí supe que esa trabajadora no había interiorizado ni la visión de la franquicia ni el sentido y la responsabilidad de su trabajo. Pero, lo más interesante, es que no se sabe bien si es culpa de la central, que no ha sabido transmitirlo a su franquiciado, o del dueño del restaurante que tampoco ha sabido hacérselo ver a su empleada. Ahí supe que tenía un trabajo por delante de coordinación entre las partes”. Así surgió Coaching y Franquicias, que busca el crecimiento personal y profesional de los empresarios que conforman el sistema de franquicias, a través de la formación, el coaching y el mentoring, para mejorar las relaciones.