Daniel Piñero, Miguel Ángel Díaz y Anabel Fernández trabajaban en la editorial MangaLine y con el tiempo se dieron cuenta que, a medida que crecían, perdían identidad. “Decidimos reflexionar y empezar de cero, plasmando nuestra experiencia y conocimientos en una nueva etapa”, recuerda Díaz.
Y así, después de tres años de planificación y estudios, el proyecto DKO se convierte en una realidad: “Editamos y producimos con productos físicos combinados con virtuales”. Centrados en los cómics en España y Japón, más adelante saltarán a otros sectores y mercados”.
“El consumidor crea las líneas editoriales y las trabaja con nuestra ayuda, beneficiándose como si se tratase también de su empresa. Ofrecemos oportunidades laborales a través de nuestros productos de ocio. Alguien que compra nuestros productos tiene un trabajo en nuestra empresa, bien para crear sus proyectos o trabajar en los que ya existen. Son productos híbridos: combinan realidad física (lata de refresco, figura, libro…) y no física (cualquier producto virtual, servicios, trabajos…). Combinamos materiales tangibles con otros que no lo son, que hemos denominado Digital Key On Line (DKO)”.