EMPRENDEDORES: ¿No está sobresaturado el mercado de aplicaciones?
C.M.: No creo que nos encontremos ante una burbuja, aunque es cierto que cada día aparecen en los market de nuestros dispositivos móviles nuevas aplicaciones y la oferta es prácticamente imposible de cuantificar. Esto significa que nos encontramos en un proceso de coyuntura en el que las necesidades de los usuarios se están redefiniendo. De momento no hay techo porque al igual que existen multitud de aplicaciones para el público general, las hay también muy de nicho, aún existe mucho mercado por explotar y aún más por descubrir.
EMP: ¿Cuáles son los principales errores que cometen los emprendedores de este sector?
C.M.: Unos de los principales es pensar en local. Hay que pensar en global. Los envíos de smartphones están creciendo en los países emergentes. Significa que hay nuevas audiencias expuestas a aplicaciones nuevas en esas regiones. Pero es necesario crecer de forma inteligente: muchas veces estas regiones requieren de gastos de localización que pueden ser muy costosos. También es importante tener un medio por el que comprobar que tu audiencia es real y crear un medio para medir y recopilar datos. Tras el lanzamiento de la aplicación, es necesario mejorarla añadiendo nuevas características y optimizando su rendimiento. El estudio de los usuarios es la manera más confiable y fácil de cómo se está utilizando (o no) la aplicación. Es por ello que hay que recoger y medir puntos específicos de los datos de los usuarios para mejorar aún más el producto.
EMP: ¿El éxito de una aplicación es impredecible o hay recetas ganadoras?
C.M.: Hemos ayudado a algunas de las más grandes del mundo a crecer, como Airbnb, BlaBlaCar, LINE, Snapchat o Telegram. Sí hay un know-how para saber cuáles son las mejores (y peores) estrategias para hacer crecer una aplicación móvil.
EMP: ¿Y cuáles serían esas estrategias ganadoras?
C.M.: Lo primero cuidar la experiencia de usuario, acabando con spammers y cuentas fraudulentas; conviene incluir un sistema de verificación de usuarios. Segundo, hacer aplicaciones susceptibles de convertirse en virales; es importante incluir la posibilidad de compartir fácilmente las aplicaciones, o su actividad en las mismas a través de redes sociales. Por último, estimar el LTV (Lifetime Value o Valor del Tiempo de Vida) para prever costes y realizar gastos de forma apropiada. Muchas aplicaciones tienen grandes ideas pero se quedan sin dinero demasiado pronto, por lo que no tienen tiempo de provocar una adopción masiva. Al averiguar el dinero que es posible obtener de cada cliente y por cuánto tiempo, se puede predecir cómo realizar las inversiones.