Si tenemos en cuenta que más de la mitad de las facturas de una empresa, según la Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos (Aerce), corresponde a costes fijos y que, además, cualquier euro que se consiga ahorrar va directamente a la cuenta de resultados en forma de beneficio (un beneficio que permite acometer inversiones), ¿no tiene también sentido que la Administración pública aplique también técnicas de ahorro de costes? El Ejecutivo cree ahora que el déficit de las Administraciones públicas alcanzará el 9,5% del PIB en 2009… ¿no interesa ahorrarse aunque sea un euro?
“El actual sistema de concursos limita las acciones que se podrían llevar a cabo”, explica un experto del sector. “Además, si se consigue ahorrar en un presupuesto, ese dinero no puede destinarse a otra partida”, añade. Ahora bien, en la empresa semipública sí existen oportunidades en el ámbito regional. Hay margen de maniobra para que una consultora externa les ayude a optimizar sus cuentas.
“Son más flexibles. Cualquier ahorro que consigan en un presupuesto pueden destinarlo a otras áreas. Además, no trabajan tanto con concursos y no hay necesidad de estar clasificado, con lo que esto implica: capital social mínimo, avales…”, apunta este experto.