El proyecto de Ana Vasco se llama Dabootyecowear a través del cual diseña y distribuye ropa interior para hombre y mujer fabricada con “materiales sostenibles, producción en España y mucha ilusión”. Se suma a estos valores un toque de humor, mucho colorido textil y unos modelos bastante alejados del perfil de las pasarelas porque si algo tenía claro Ana Vasco al montar este emprendimiento era que “quería algo que fuera sostenible, hecho en España y superinclusivo”.
Ana Vasco acaba de cumplir 30 años. Natural de Jaén, se trasladó a Málaga para estudiar Bellas Artes y especializarse en diseño gráfico. Como tal estuvo trabajando durante varios años como freelance, una experiencia que la llevó a mentalizarse de que, si quería dejar atrás la precariedad económica como autónoma intermitente, no le quedaba otra que montar su propio negocio. Para entonces, ya se interesaba por el mundo de la moda pero no tenía claro aún si esta iba a ser su área de emprendimiento.
La decisión la toma en su paso por la aceleradora de Tetuan Valley en Málaga y tras una experiencia personal que la animó a romper con los estereotipos. Y qué más estandarizado que la ropa íntima, especialmente en el caso de la mujer, con colores sobrios, demasiado encaje y más orientada a cautivar a la pareja que al desenfado y a la comodidad.
El nacimiento de Dabooty
Así es como nace la idea de Dabootyecowear, una marca alineada a su compromiso con la sostenibilidad del planeta, dentro de la filosofía del slow-fashion, y el empoderamiento local. Bueno por los referidos y por motivos menos prosaicos, como la falta de espacio, que el almacén y la tienda de Dabooty sigue estando en la misma casa en la que habita Vasco con su pareja.
Las prendas son todas de algodón orgánico y están fabricadas en España. Por ahora, el único canal de ventas es el ecommerce a un ticket que oscila entre los 26€ del artículo más caro (sujetadores) a 10 €, el más barato (calcetines). A la ropa suma ahora la venta de mascarillas homologadas y certificadas a 8 €. Su intención a corto plazo es empezar a vender también en tiendas físicas l través de distintos puntos de venta.
Pero no tiene prisa porque sigue siendo un proyecto unipersonal, aunque haya conseguido crear la primera marca de ropa interior con estampado unisex con cuyo branding quiere visibilizar los cuerpos reales. La marca la lanzó antes de que se declarase el Covid, en diciembre de 2019 y no ha sido hasta las últimas Navidades cuando a podido retomar el ritmo con el que arrancó. En su intención está seguir ampliando el catálogo.