Lo dicen las estadísticas: un 73% de las mujeres ha sufrido algún episodio de violencia en internet; un 53% de las mujeres se sienten inseguras en el entorno digital; 9 millones de niñas de la UE han sufrido episodios de violencia graves; el 90% de las coacciones en la red que emplean fotografías y vídeos íntimos afectan a mujeres y niñas…
Aunque el problema es de género, especialmente vulneradas son las adolescentes y las mujeres profesionales con voz propia, desde actrices hasta periodistas, gamers o informáticas que escriben código y que se exponen sus trabajos. “Por ejemplo, la persona más vulnerada en toda España dentro del entorno digital es casualmente una periodista mujer”, declara Pía Mazuela, CEO e impulsora del proyecto WomensDigitalRights.com (WDR).
WDR es una iniciativa que acaba de nacer en Barcelona, pero con ambición internacional, con el propósito de desarrollar soluciones tecnológicas que combatan la vulneración de los derechos de las mujeres en internet, tanto desde una perspectiva social como jurídica.
La idea surge de una necesidad, “ante la evidencia de que internet se ha convertido en estos últimos años en un sitio donde los derechos offline parece que no sirven en el online”, sostiene Mazuela quien define internet como una especie “de jungla difícil de controlar” donde el colectivo de las mujeres “está siendo especialmente vulnerado”.
Hasta ahora, la forma de combatir este tipo de delitos en la red era, además de lenta, muy costosa. Por eso la WDR surge con la misión de desarrollar herramientas tecnológicas de fácil acceso para cualquier mujer u otros colectivos vulnerables afectados por el ciberacoso.
En esta línea, disponen ya de una tecnología y un equipo que se encarga de hacer búsquedas, eliminar contenido negativo de la red y documentar todo el proceso para dotarlo de transparencia. De forma paralela, y al objeto de ofrecer un servicio integral, cuentan con un programa de divulgación e información para mujeres y ofrecen acompañamiento psicológico y jurídico en caso de que se quiera presentar una demanda.
Para llevar a cabo todas estas funciones, acompañan a Pia Mazuela, experta en la gestión de proyectos empresariales y artísticos, otras dos mujeres: Marbila Reyes, encargada de la gestión de operaciones y de la optimización de contenidos digitales para redes sociales y posicionamiento web, y Pia Nagy, socióloga y responsable de gestionar la comunidad WDRI.
Asimismo, como entidad con responsabilidad social, una de las misiones del instituto tecnológico WDR será la de ayudar a visibilizar y denunciar las situaciones de indefensión con las que se encuentran muchas mujeres en los entornos digitales. En este sentido, la empresa nace también con el propósito de hacer campañas para incidir en mejoras legislativas y sociales.
“Colaboraremos con agentes y colectivos que trabajan en el campo de la mujer desde distintas perspectivas, como el derecho, la tecnología y la desigualdad de género, participando en proyectos de investigación, divulgación y sensibilización”, resume Mazuela.
En principio, la solución arranca solo para España y Latinoamérica, aunque en los planes de los impulsores del proyecto está abordar pronto la expansión territorial por los países anglosajones. Se suma a ello “la férrea voluntad” de seguir desarrollando tecnología y aunarla a otra ya existente para convertirse en “una entidad referente de los derechos digitales de la mujer” y hacerla extensible a otros colectivos vulnerados en internet. “Haremos que esta tecnología llegue a los sitios donde tiene que llegar y a la gente que lo necesite”, concluye Mazuela.
Para conectar con ellos, es suficiente con entrar en la página web y contactar a través del número de teléfono, whatsapp o email. Además, las mujeres encontrarán en el sitio una comunidad viva donde compartir experiencias o adquirir conocimiento en aras de un único objetivo: “que las mujeres tengan una vida libre, segura y propia en el entorno digital”.