Con la finalidad de alejarse de otras plataformas de subcontratación de servicios digitales generales, Yeeply se quisieron centrar exclusivamente en ofrecer un servicio de búsqueda de desarrolladores de aplicaciones móviles. “Vimos que otras plataformas lo ofrecían junto con otras funciones de marketing, programación o traducción. Nuestra idea era centrarlo en el desarrollo de aplicaciones, de forma que ningún proyecto se pudiera diluir en un amalgama de diferentes trabajos”, explica Luis Picurelli, cofundador de la startup junto con Héctor Badal, Fernando Cano y Borja Fernández, todos ingenieros de distintas disciplinas.
“La idea surgió de la situación actual de España, donde los jóvenes ingenieros muy bien preparados tienen que emigrar para encontrar proyectos interesantes en los que trabajar. Quisimos lanzar esta plataforma para unir nuestro talento con los proyectos de forma global, afirma Picurelli.
Para su uso, los clientes -están orientados principalmente a pymes y particulares- deben registrarse en la web y detallar su proyecto. Los desarrolladores que cuentan con un perfil en la plataforma y que se adaptan a las necesidades del proyecto se proponen como candidatos para hacer el trabajo. De esta forma el cliente cuenta con un amplio abanico de posibilidades con los que puede tratar más a fondo peculiaridades sobre la aplicación o el presupuesto, hasta que selecciona a uno. Tras pactar un precio, Yeeply se queda con una comisión del 10% de la transacción.
Empezaron a prestar servicio a finales de 2012, en fase beta y de forma gratuita en un primer momento para darse a conocer y crear una comunidad. Obtuvieron un buen impulso al ganar un Premio Bancaja Jóvenes Emprendedores y al firmas una ronda de financiación poco después, y en el segundo trimestre de 2013 empezaron a facturar. Actualmente están cerrando un proceso de financiación mayor, con el que esperan cerrar el año con una facturación de 40.000 euros.