Dietox incluye en su base de datos 20.000 clientes, el 80% mujeres con edades comprendidas entre 25 y 55 años y con ajetreo diario profesional y socialmente. El 55% de ellos proceden de España y el resto se reparten entre Italia (30%) y Francia (15%) aunque la marca está registrada también en Brasil, Rusia y Estados Unidos, país donde tiene su origen la dieta detox.
Virginie Rogé reconoce que lo descubrió allí, durante unos meses de intercambio en Nueva York después de finalizar sus estudios de ADE y un MBA. Regresó a España con 27 años y sin trabajo así que, con bastantes vacilaciones, se animó a montar su propio negocio. “Ahora sé que tengo vocación emprendedora”, dice. Recordó el sabor desagradable de los zumos detox que consumía en Estados Unidos y se animó a hacer una versión mejorada en el laboratorio de su propia cocina.
Este sería el anodino origen de Dietox, marca que corresponde FoodTerapia SLU, constituida el 17 de julio de 2012 con un capital social de 30.000 euros. Empresa que el año pasado alcanzó 708.000 euros de ventas, que espera duplicar en el ejercicio en curso. Los ingresos se reparten casi al 50% entre la venta de productos y los planes personalizados.
Diversificación
Los zumos ricos en minerales, sustancias antioxidantes, vitaminas y nutrientes son el producto estrella. La dieta sirve para adelgazar pero no es esta la prioridad sino depurar las toxinas del organismo. Por eso Virginie habla de terapia y no de dieta y de “experiencias sanadoras holísticas”. Aprovechando esa concepción del cuerpo como un todo ha ido sumando a la venta de licuados artículos de cosmética, fitness o infusiones.
En cuanto a los Planes, estos se basan en recetas personalizadas conducidas por un experto en nutrición y apoyadas por una app de coaching. Invocando a la cautela limitan a tres días la recomendación de la dieta minicalórica a sus clientes que se dividen en tres categorías: las que buscan el efecto flash porque tienen previsto algún evento, las que desean prepararse para acometer una dieta de adelgazamiento prolongada y las interesadas en la vigilancia habitual del cuerpo y la mente. En todos los casos el compromiso es sacar la mejor versión de sí mismas.
Crecer más rápido
Una vez confirmada su vocación, a Virginie no hay quien la pare. Está en fase de ampliación de capital negociando con dos grupos “para poder crecer más rápido”. Simultáneamente, ultima los preparativos que cataloguen sus productos con la denominación “bio” que le abrirá las puertas a los mercados británico y alemán. Mientras tanto seguirá invirtiendo en innovación porque “es fundamental para garantizarnos un futuro” que todavía, con 29 años, promete ser largo.
