No vamos a calzarnos ahora las medias shakesperianas para lanzarnos a glosar las oportunidades de negocio ligadas a la domótica. La realidad es que tiene futuro, pero que es un sector al que le cuesta arrancar. La crisis del ladrillo le ha frenado, pero también le ha obligado a sofisticar sus ideas de negocio.
Es el caso de DomotikPro, una empresa de soluciones domóticas que llamó nuestra atención en la Feria Internacional de Inventos ATTIC 2010, celebrada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), con un sistema que no se acciona por voz, sino por reconocimiento de sonrisas, y al que han bautizado como Smile House. Claro. Si un usuario quiere poner en funcionamiento en cualquier punto de su casa, no tiene más remedio que sonreír. Lo que no sabemos es si el sistema distingue entre muecas forzadas y gestos sinceros, pero por lo menos obliga a mover nada menos que 14 músculos de nuestro cuerpo. No está mal.