La idea de crear El Kamitas ya llevaban tiempo rondando por la cabeza de Oliver Khalaf y su mujer, Bárbara Fuentes, pero fue a raíz de tener que cerrar su negocio anterior -un centro médico psicotécnico para renovar permisos de conducir- cuando finalmente se decidieron a ponerla en práctica. Ya antes habían tenido oportunidad de comprobar que el producto gustaba cada vez que recibían una visita en casa y elogiaba la cama que habían construido.
Fue Oliver Khalaf, en otro tiempo carpintero, quien decidió construir una cama a medida para una de ellas, un gran danés al que había que cambiar la colchoneta constantemente porque no resistía el peso. “Era un gasto tremendo, además del daño que sufría la perrita en los huesos y articulaciones”, cuenta Bárbara. Así que su marido se hizo con unos tableros y le fabricó una cama a medida, separada del suelo y aislada con un somier, colchón, lacada y vestida con todo lujo de detalles. Todo ello hecho a mano. La cama se convirtió en el centro de atención de todo el que llegaba a casa y esa buena acogida es lo que les animó a montar un negocio que poco o nada tiene que ver con el anterior.
Ahora, dice Bárbara, “nos estamos reinventado y aprendiendo, poco a poco, a movernos en el entorno digital”. La idea es ir añadiendo más utensilios dentro del mobiliario para mascotas, pero de momento, se centran en las camas que venden online a través de su página web y que ofrecen a escala global tras suscribir un acuerdo con una empresa de mensajería. No obstante, reconocen que les está costando abrirse hueco en el mercado y que, además de valerse de las redes sociales para darse a conocer, recurren a tácticas convencionales, como el envío de mails a tiendas especializadas y reparto directo de folletos en parques y otros puntos de encuentro para mascotas.
No obstante, creen que existe oportunidad de negocio en este terreno observando que cada vez son más las personas que tienen mascota en casa y que aumenta la atención y cuidados que les prodigan. “Hemos tenido toda la vida perros y hemos podido comprobar la cantidad de carencias que tienen las colchonetas como camas”, dice Bárbara en defensa de su producto. Para testarlo, no tienen que irse muy lejos. Ellos conviven con 4 perros, 3 de ellos adoptados, y varios gatos, un amor a los animales que les lleva a donar a una sociedad protectora el 7% de lo recaudado con las ventas.