Cuando, en diciembre de 2019, David Fuentes anunció el lanzamiento del primer curso de Bombero Ninja, a los cinco días tenía registradas 497 solicitudes de matriculación de alumnos interesados en opositar al Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Entró entonces en pánico y sufrió una crisis de ansiedad que le llevó a cerrar la web durante un tiempo. Sabía que, como autónomo, estaba él solo al frente de todo el tinglado y que lo que tenía en ese momento era únicamente unas 20 clases de media hora grabadas con el móvil a las 6 de la mañana en una habitación de su casa de la que antes había tenido que despejar del suelo los juguetes de los niños.
“Pensé en devolver el dinero de las matriculaciones y cerrar la academia”, dice el CEO, pero al final se atrevió a seguir adelante y compatibilizar su puesto de bombero en Madrid con el proyecto emprendedor. Antes de montar la academia ya era conocido entre los alumnos dado que, tras aprobar su oposición en 2017, pasó por el centro docente del barrio en el que él mismo se había formado para dar clases presenciales a otros estudiantes. Al temario convencional, añadía todas las técnicas de estudio y nemotecnia que había aprendido por su cuenta y con las que obtuvo el quinto puesto -en el teórico- en la convocatoria de la Comunidad de Madrid.
“Mientras estaba opositando, no revelé mis técnicas a nadie -reconoce- pero, una vez que obtuve la plaza, tenía claro que eso no me lo podía guardar, tenía que compartirlo para ayudar a otras personas”. Crea entonces Bombero Ninja con una propuesta de formación online que incluye clases de media hora que el alumno consume a demanda y un modelo de suscripción con distintos planes.
En 2020, deja de ser autónomo y constituye la S.L. con su mujer como socia al 50% y empieza a contratar a otros profesores, todos alumnos suyos y opositores, perfil que se aproxima más al tono ágil y cercano que imprimen en sus formaciones. Más allá de limitarse a ‘machacar’ el temario, su propuesta de valor radica en ‘aprender a estudiar’ con técnicas de memorización rápida. “No pretendemos que nuestros alumnos sean unos expertos en ninguna materia, sino que aprueben su oposición lo más rápido posible y eso es una revolución en la forma de opositar”, sostiene Fuentes.
Un proyecto muy escalable
Con promesas como ésta, consigue que cerca de 2.000 alumnos pasen por la academia en 2020 y otros tantos en 2021, año en el que experimentan un crecimiento de la facturación del 100% hasta convertirse en la academia de formación de opositores a bombero más grande de España. En estos momentos, calcula en torno a los 6.000 el número de alumnos que han formado.
Asimismo, y vista la escalabilidad del proyecto, decidió el año pasado replicar el modelo con Policía Ninja orientada a los opositores de Policía Nacional y por la que han desfilado ya 900 opositores. El paso siguiente es trasladarlo a los aspirantes a Guardia Civil y así sucesivamente, porque la ambición de este emprendedor de 31 años no es formar solo a los empleados públicos de las fuerzas de seguridad o de protección civil, sino a los opositores a cualquier organismo y en todas las categorías hasta dar un vuelco a las tradicionales academias de opositores reflejo, a su juicio, de la administración. Con Formación Ninja quieren preparar todas las oposiciones grandes de España con una propuesta clara: técnicas de estudio y tecnología como fórmula para el éxito.
“Iré abriendo nichos nuevos en función de la demanda porque el trabajo más difícil ya lo tenemos hecho y la tecnología lo permite. La gran apuesta por la tecnología en nuestra plataforma hace posible que los contenidos, vídeos y tests se ofrezcan de manera ilimitada y personalizable, donde los profesores dan feedback directo del nivel de cada alumno y su evolución conforme van realizando preguntas”, declara.
El equipo de Formación Ninja lo integran en este momento cerca de 40 personas y la intención es ir ampliándolo conforme se extienden en otras verticales. El crecimiento ha sido orgánico, sin recurrir a rondas ni apoyo financiero de ningún tipo. Y aunque Fuentes está feliz con lo conseguido en su faceta emprendedora, conserva aún su plaza de bombero en excedencia, que no se atreve a poner en riesgo el futuro de los tres hijos pequeños que tiene.
La coincidencia entre opositor y emprendedor
Al contrario de lo que piensan la mayoría, Fuentes ve ciertas coincidencias entre un opositor y un emprendedor. “En ambos casos apuestan a ciegas por algo en lo que creen, en un entorno de riesgo e incertidumbre el que muchos compiten por lo mismo, aunque sean aspiraciones diferentes”, afirma. Reconoce, no obstante, que ha tenido que ponerse las pilas como emprendedor, término que dice haber descubierto hace un año, y en el que se siente como pez en el agua por eso de que “siempre he sido muy competitivo”.
Se equivoca, no obstante, quien piense que procede de su carácter competitivo el apellido ninja -tradicionales guerrilleros poco ortodoxos japoneses- con el que bautiza a todos sus programas de formación. “La verdad es que el storytelling del nombre de la empresa vino después. Elegí Bombero Ninja por la sencilla razón de que el dominio estaba libre y me hizo gracia. Ahora tengo otros dominios ‘ninjas’ registrados”, advierte.