La clave está en encontrar el equilibrio entre oferta y demanda. Ese fue el objetivo que Gustavo Castillo y su amigo Andrés García se marcaron para desarrollar FAM, un marketplace de formación para empresas. ”Nuestro propósito es que las empresas conozcan proveedores de formación para cubrir aquellas necesidades que les puedan surgir”, explica Castillo, que trabajaba una gran consultora. “Vi un nicho de mercado: existían otras webs, pero ninguna estaba dedicada en exclusiva a la formación empresarial ni incluía el concepto de marketplace”. Comenzó a investigar y la idea se transformó en proyecto.
“Somos una especie de Infojobs de formaciones, donde las empresas nos explican sus necesidades formativas y nosotros damos paso a que los proveedores les envíen propuestas. A la empresa que pide formación le hacemos llegar propuestas gratuitamente y de manera anónima. En caso de que la empresa esté interesada en una propuesta se pone en contacto directamente con el proveedor que se la ha enviado. Y a los formadores les ofrecemos la posibilidad de conocer clientes con necesidades formativas reales”, destaca Castillo, que ha invertido junto a su socio 90.000 euros de recursos propios y un préstamo Enisa.