¿Qué voy a encontrar si quiero crecer?
Estas líneas suelen ser mucho mayores y más fáciles de conseguir que ninguna otra. “El importe medio de la financiación de nuevos negocios no alcanza los 40.000 euros. Para inversión de empresas ya creadas, la media que damos es de 300.000. Pero es para empresas clientes y con una facturación de más de dos millones de euros”, explica Borja Garate.
Eso en cuanto a la financiación privada. Pero también hay líneas públicas enfocadas a distintas necesidades: ICO Exportadores, ICO Internacional, subvenciones a fondo perdido de las administraciones locales, líneas BEI para inversiones en toda Europa. “En este caso, las mejores suelen ser las líneas ICO y, sobre todo, del BEI, con tres años de carencia, a 12 años y con un tipo del 3% o el 4%”, comenta Margarita García de la Calle. Y añade: “Hay también algunos productos que son una mezcla entre financiación e inversión que conviene estudiar como Cofides, que antes ayudaba a implantar fábricas y activos en países en desarrollo y que ahora han ampliado a otras zonas, incluida Europa. Si quieres montar algo en otro país para apoyar tu importación, ellos dan un préstamo tipo participativo que se podría convertir si la empresa no pudiera devolverlo”.
Ten en cuenta que los productos cambian
Mira bien siempre lo que existe en cada momento porque el mercado cambia. “Enisa a veces saca líneas muy interesantes. Por ejemplo, ha tenido una que llegaba a cuatro millones de euros para impulsar el emprendimiento comprando un negocio ya creado. Para que no se pierda. Financiaban hasta 20 años.
Es una línea muy buena que no siempre está, pero lanzan nuevas según van saliendo fondos. Y luego siempre hay líneas muy específicas, que si para aeronáutica, para calzado…”, comenta Margarita García.
Necesito dinero para financiar circulante
Pólizas de crédito para resolver un problema de circulante, descuentos comerciales, factoring, líneas de circulante internacional, renting, leasing… en el mercado existen muchos productos financieros para empresas ya creadas que tengan un problema de liquidez.
La mayoría de los bancos tienen los mismos, pero aquí sí vas a encontrar dos diferencias importantes. Una, que las líneas de crédito son de los productos más complicados de conseguir, porque exigen garantías, presentar bien las cuentas. Y dos, que a diferencia de lo que sucede con las líneas para emprender, que no hay grandes diferencias en precios, en los productos bancarios sí las hay. Debes comparar bien y negociar bien.
“Sobre todo busca el producto que mejor se ajuste a tus necesidades. Imagina que necesitas traer máquinas de China y que quieres financiar esa compra. No es igual solicitar una línea de financiación específica para importación que una línea de crédito sin más. La primera te va a salir mejor de precio porque hay detrás más respaldo: la maquinaria que has comprado”, explica Margarita García.
Compara bien los precios
“Hay diferencias enormes de precio en el mercado. Lógicamente, dependerá del poder de negociación que uno tenga. Pero la gente no lo mira. En una póliza de crédito te puedes ir de un 5% a un 10% en el tipo de interés. La póliza es un producto caro. Algunas están al 10%, mientras que productos más específicos, como financiación de importaciones, suele moverse al 4%. Por la poca garantía que supone la línea de crédito. Lo que más temen los bancos, sobre todo en los últimos años, es la póliza de crédito estándar, que se utiliza muchas veces para tapar agujeros, refinanciarse”, comenta Margarita García.
Además, hay que tener mucho cuidado con el precio que pagamos por este tipo de productos. Hacer bien las cuentas. “El otro día me decía un emprendedor-empresario, que ha trabajado mucho y que ya lleva cuatro años en el mercado, que ha conseguido sacar una rentabilidad del 12% al negocio, pero es que tiene la póliza al 10%. Se lo come todo el banco”, añade.
Cuidado con las comisiones
“En los demás productos no vas a encontrar tanta diferencia de precio: un punto en los tipos. Sí la hay en las comisiones de apertura, pero puedes negociar bastante. Desde que te las quiten o bajar de un 1,5% a un 0,5%”, dice García.
¿Qué le preocupa a la entidad?
Al acudir a solicitar cualquier producto, debes ponerte en la posición del banco. No centrarte exclusivamente en la tuya. ¿Qué le preocupa al banco? “El criterio de riesgo es importante tanto para la aprobación de la financiación como para determinar el precio. En la medida en que las probabilidades de pago o impago difieren, el precio puede ser muy diferente de una propuesta a otra.
El banco se va a fijar en la capacidad de reembolso (ingresos de la empresa y gastos en los que incurre); estados financieros y capacidad de aportar garantías. A éstas se sumaría el historial de pagos en financiación. No es una capacidad, porque hablamos del pasado, pero suele ser bastante sintomático. El que ha cumplido con sus obligaciones de pago históricamente, es más probable que lo siga haciendo en adelante.
También es fundamental, si es posible, poner en valor tu historial como cliente, llevar equis años con tu entidad como la principal. Las entidades no queremos solo clientes, a poder ser queremos clientes fieles, que nos generen estabilidad. Y ese es un valor que apreciará la entidad”, explica Borja Garate.
“Otro valor importante es que se hayan hecho amortizaciones anticipadas de líneas concedidas, porque es un síntoma de capacidad de pago. Raramente un cliente que adelanta en un momento dado el pago de la financiación acaba impagando. Se suele mirar a la hora de conceder nueva financiación, por la mayor garantía, aunque no es algo que busque la entidad financiera como parte de su negocio. Si va a poder pagar de todas maneras, es mejor negocio para la entidad que lo haga en el plazo estipulado, pagando así los intereses”, añade Garate.
Operaciones de riesgo compartido
Para quienes necesiten inversiones grandes, lo mejor puede ser solicitar un préstamo de riesgo compartido entre la entidad bancaria y una SGR. “Avalamos un porcentaje de la operación, no el 100%”. Ahí se puede aplicar un diferencial algo mayor.
Son casos en los que el banco está dispuesto a dar una cantidad mayor, pero no quiere asumir todo el riesgo. Este tipo de operaciones son interesantes porque permiten ampliar mucho la capacidad de financiación de la empresa. Imagina que un banco tiene un riesgo con una empresa de un millón de euros y ésta quiere ampliarlos a dos. Nosotros avalamos ese otro millón para que el banco lo conceda con mayor tranquilidad. Para inversión empresarial, nuestra inversión media es de 100.000 euros, pero hemos llegado a financiar hasta un millón”, comenta Julia Sáinz.
Bodega Hacienda Calavia
Capital para relanzar una empresaEn el caso de esta emprendedora de apenas 25 años, la financiación era necesaria para relanzar un antiguo negocio de su padre: una bodega. “Es una empresa distribuidora de vinos procedentes de dos bodegas nuestras. Pedimos primero un ICO de 9.000 euros para hacer la web, invertir en equipo informático y darnos a conocer más. Trabajaba desde casa en ese momento. Unos meses después, quisimos abrir una oficina y alquilamos un local. Para eso necesitamos otros 10.000 euros. Nos concedieron los dos a través de un ICO que nos dio Banco Sabadell”, explica Araceli Cutilla.
Antes de esta línea de financiación “había acudido a otro banco pero el director de la oficina me dio muy pocas esperanzas. Le pregunté incluso por un crédito personal, pero tampoco”. Para esta emprendedora, una de las claves para que le diesen apoyo a pesar de su juventud es que, primero, no pidieron todo lo que precisaban: “Necesitábamos 16.000 euros, pero pedimos 10.000 porque no queríamos pagar más. La segunda, es que tenemos experiencia en el negocio. La empresa ya llevaba unas cuentas que más o menos se sostenían”.
La nueva bodega arrancó en 2012. “Ahora estamos ampliando el negocio, vendiendo conservas online a través de nuestro nuevo ecommerce: calaviagourmet.es. El vino no lo vendemos mucho por Internet, porque hay mucha oferta. Pero siempre hemos tenido algo de conservas en el almacén y estoy buscando nuevos proveedores”.