Cualquier mercado es bueno para innovar. Sólo se necesita conocerlo y ser imaginativo. O si no que se lo digan a David Nuin y su empresa Vesta Concept que ha creado una colección de fundas nórdicas. Hasta ahí podría ser un producto más, pero el proceso de creación incorpora tres innovaciones. “Las fundas tienen estampadas obras de nuevos creadores en ediciones limitadas de 50 unidades garantizadas por los propios artistas, lo que convierte cada producto en una obra”, destaca Nuin. Además, para la estampación de las prendas utiliza tecnología digital: “Nos permite hacer reproducciones exactas de lienzos o cualquier obra”, asegura. Y lo más innovador es que son aromáticas. “El tejido incorpora millones de diminutas cápsulas que se rompen al contacto liberando las fragancias que hay dentro y que son resistentes a los procesos de lavado”.
La idea surgió tras su experiencia en la principal cadena de distribución española. “Vi que el criterio de fabricación era el coste, se desechaban las nuevas tecnologías y se hacía en Asia”, recuerda.
Exclusividad
Para ser diferente, Nuin huye de esa filosofía y opta por la exclusividad, la fabricación nacional y la última tecnología. Para poner en marcha el negocio, busca socios entre sus amigos e invierte 20.000 euros. Aunque salió al mercado en octubre de 2007, este año será el despegue de la compañía que, gracias a varias campañas y a acuerdos con hoteles y distribuidores, prevé facturar 60.000 euros.