Una larga lista de startups está dispuesta a ayudarte a encontrar pareja a toda costa con independencia de tu opción sexual, política, alimenticia, religiosa... incluso textil.
En el fondo, todos queremos que nos ocurra como a Walter Davis. Que un día llegue tu hermano y te organice una cita con una tal Nadia, la prima de su esposa (¡qué morbazo!). Que, además, tu hermano te advierta, como si se tratara de un Gremlin: “No le dejes beber ni una gota de alcohol después de medianoche” (¡qué misterio!). Y que termines dejándola beber porque nunca te has tomado muy en serio a tu hermano mayor (¡qué estúpido!). Y que luego no te expliques por qué te han despedido del trabajo, ni tampoco por qué te ha detenido la policía después de haber obligado al celoso ex-novio de Nadia, un tal David, a bailar breakdance a golpe de pistola (¡qué valor!). Ah, y que Nadia sea el amor de tu vida (¡qué romántico!).
Todos nos merecemos algo así. Esa es la forma ideal de encontrar pareja. Te digan lo que te digan. El problema es que la realidad es mucho más compleja. Tan compleja que hasta Facebook se queda corto con sus más de 50 opciones de identidad sexual. Muy corto. Vale, puedes ser sexualmente fluido (personas que un día se identifican como hombres y otros días como mujer, sintiéndose atraídas por uno y otro, según el día), pero también ser seguidor de Donald Trump y Mariano Rajoy y judío, y eso le da mucha complejidad a tu fluidez y a eso de encontrar pareja.
Puede también que seas andrógino, pero que no te guste el fútbol, no quieras votar a Podemos hasta que Íñigo Errejón sea secretario general, y únicamente te resulten atractivos/as los/as aragoneses/as.
O que seas cisexual (lo que los ‘antiguos’ denominaban como heterosexual) y que no busques sólo una noche de sexo. O que seas todo un no-binario y te repelan los ingenieros/as informáticos.
Conclusión: Si no ligas, no es porque no quieras; es porque no has encontrado el foro adecuado. Ojo, que sabemos que hasta ahora has adoptado un enfoque científico a la búsqueda de pareja en los últimos años. Lo has probado todo:
1. Colgar una foto en tu perfil con una ex–pareja cañón.
2. Colgar otra foto al lado de un cochazo.
3. Has aplicado la regla del 70/30 en tu perfil: un 70% habla sobre ti (quién eres, qué haces y qué te gusta) y un 30% explica qué andas buscando.
4. No has dejado fuera en tu ficha tu MBA en el IESE.
También sabemos que no ha funcionado. Tienes la formación académica adecuada, la edad, la altura y pinta de tener un cierto nivel adquisitivo. Eso debería valer. Pues no te ha servido de nada.
A ver, que si únicamente buscas sexo, te puedes descargar Ohlala (si vives en Alemania o Estados Unidos) y tener acceso a un Uber de citas: tanto si son parejas (hombres y mujeres) de compañía, como si la cita se convierte en otra cosa. Pero eso no es romántico. 600 euros por una noche difícilmente van a dejarte en bandeja al amor de tu vida seas cisexual, binario, numerario, monoparental o Neandertal descongelado. Tú necesitas encontrar a un igual con quien verte siete episodios seguidos de Homeland en inglés un jueves de Semana Santa. El mercado del online dating tiene una buena oferta, incompleta, según los estándares de Facebook, pero suficientemente amplia si tus opciones sexuales no son especialmente complejas (vamos si eres heterosexual u homosexual o transexual).
PANORAMA PARA LIGAR
Tienes SweetCream, una app para flirtear en grupos de tres, una suerte de app para cuadrillas vascas... imaginamos. Y también WooPlus, una app de citas para personas con sobrepeso. Y GlutenFree Singles, para poner en contacto a celíacos. Si no te convencen, puedes recurrir a Nudist flirt, un servicio de dating para nudistas y naturistas, para que luego no haya problemas cuando estéis en la playa de la Barceloneta y tu media naranja se baje el bañador y se ponga a tomar el sol en pelotas hasta que llegue un mosso de escuadra sudando la gota gorda.
Están también Muslima ó Salaam Swipe, como Tinder, pero únicamente para musulmanes. También está Parejas Cristianas, como Tinder, pero para cristianos.
Pero de todas, la verdadera revolución la marca GetVerona, una app de citas para contrarios: israelíes y palestinos; latinos y seguidores de Trump; amantes del ColaCao y seguidores de Neskuik; para los que toman la leche fría y para los que sólo la pueden tomar caliente.
Y luego siempre tienes la opción de levantarte y acercarte a esa otra mesa donde se encuentra esa persona a la que no has podido dejar de mirar mientras leías este artículo.