Este aparato que es un medio camino entre un cajero automático y una máquina de vending pero con más ranuras, y que sirve para reciclar residuos (botellas, latas, cápsulas de café…) es algo que podría estar en un punto limpio y que no tendría el mayor interés, si no fuera por la forma de planear la estrategia. Esta Eco Compactadora se puede poner en cualquier establecimiento y se puede personalizar con publicidad. Para hacerlo atractivo a los regentes de los establecimientos, Garby ofrece también un programa de puntos (Ecopuntos) que el consumidor recibe cada vez que recicla algún deshecho en la máquina. Esos puntos luego se pueden canjear en la red de comercios adheridos a este programa.
La empresa pertenece a 5 socios, repartidos a medias entre España e Italia, donde comenzaron a implantarlo. Al ver que funcionaba en el país vecino, decidieron traerlo aquí. “La verdad es que hemos actuado más por impulso y la experiencia de nuestra filial que por estudios de mercado. Nuestro modelo de negocio es totalmente innovador en España” explica Jordi Pita, director general de Garby.
Aún con problemas de fincanciación por parte de los bancos, estos emprendedores consiguieron reunir 30.000 euros de capital privado y de un crédito ICO. “El dinero inicial se destinó a crear nuestra sitio web y a campañas de social media, y a la instalación de dos Eco Compactadoras en ubicaciones estratégicas para dar a conocer nuestro sistema” apunta Pita. Han cerrado el 2012 con una facturación de 60.000 euros y esperan superar el medio millón para este año.