La palabra gilipollas, en Argentina, tiene dos acepciones. La primera sería equiparable al significado en castellano, la segunda hace referencia a espíritus transgresores y rebeldes. En este sentido hay que interpretar el nombre de esta marca que busca comunicar con sus bóxer el inconformismo sin hacer distinciones entre hombre y mujer.
Gilipollas nace como idea para dar solución a una necesidad propia de la pareja que integran Tomás Ferreyra y Giselle Alcaraz, fundadores de la marca. Ambos, además de ser novios, compartían la inquietud por encontrar en el mercado ropa interior con “mucha onda, color y estilo”. Así que abandonaron sus respectivas ocupaciones, Giselle como estudiante de relaciones públicas y Tomás como responsable de Marketing, y se entregaron a su propio proyecto empresarial.
Compromiso medioambiental
Gilipollas es la marca de los bóxer que venden mayoritariamente vía e-commerce, aunque también alcanzan acuerdos con puntos de venta, y cuyas prendas huyen del clasicismo y la exclusividad del género. A la originalidad suman su compromiso de respeto con el medio ambiente valiéndose de un packaging que denominan “EcoPack”.
Asumir la fabricación
Los principales problemas que tuvieron que afrontar en su aventura empresarial fueron la obtención de telas y tintes de calidad. Tampoco fue fácil dar con el taller de confección que se aviniera a su idea de producto. Una vez conseguido, deciden constituir la sociedad el 1 de octubre de 2014 estableciendo la sede en la ciudad argentina de Córdoba y con una inversión inicial de 2.400 € que se han ido elevando hasta alcanzar 5.800€. En apenas seis meses de rodaje esta cantidad ha sido superada en la facturación que esperan situar en 11.700 € para cuando finalice el año.
Internacionalización
Desde Argentina han dado el salto a Paraguay y confían en proveer en breve a otros mercados latinoamericanos, como Brasil, Chile, México y España. En el último caso han lanzado ya colecciones con los nombres de las principales ciudades nacionales como Sevilla, Bilbao, Pamplona o Ibiza. Las redes sociales y el marketing digital se hallan entre las estrategias que utilizan para difundir el nombre de la marca esgrimiendo, también, una política de transparencia y de compromiso serio con los consumidores.