La idea surgió en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, junto a otras cuatro estudiantes, donde se les otorgó un premio de 1.500 euros, “que hemos invertido en generar comunidad y contenido en torno a la marca a través de los eventos de intercambio”.
Cada usuaria debe sacarle una foto a la prenda que quiere publicar, la debe valorar en botones (moneda virtual) y esperar hasta que otra usuaria se la compre (también en botones). Así, cuando venda sus prendas obtendrá más botones para seguir gastando en las miles de prendas que habrá en el sitio. Además, se pueden comprar botones. “En el mercado existen múltiples aplicaciones que permiten intercambiar productos o servicios, pero no están enfocados de manera exclusiva en mujeres ni tampoco en moda y solamente es una experiencia online”, explica.