Un viaje a Londres les pone sobre la pista: “Fuimos a casa de unos amigos y allí vimos las figuras en bronce de los pies de sus mellizos. Nos encanto la idea y decidimos hacer un pedido para un familiar. Fue cuando conocimos a la directora de la empresa inglesa Image Casting, que los fabricaba, y nos comentó que buscaban un distribuidor en España, ya que tenían muchos clientes españoles.
Nos pusimos manos a la obra y así nació Huellas de Caramelo”, explican Elena Fernández y Sonia Gutiérrez. “Nuestra forma de trabajar es muy cómoda para los clientes. Les visitamos en su casa. Así, el niño está en su entorno, lo que le hace estar más relajado y confiado para hacerle los moldes”. Buscan potenciales clientes en maternidades, hospitales, centros ginecológicos, guarderías y en tiendas de productos infantiles.