Las fotos en papel son el no va más en el mundo hipster, del que nuestro compañero Rafael Galán sabe bastante. Eso sí, una cosa es llevar barba, la camisa abotonada hasta arriba o los vaqueros con vuelta y otra ir cargando con una reflex analógica para inmortalizar los pies en la playa, los zumos de frutas y los desayunos de los domingos. Porque para todo eso ya está el smartphone y cientos de aplicaciones tipo Instagram para que las fotos parezcan que tienen 40 años en una pantalla HD. Pero no nos engañemos, aunque todos usamos tecnología y somos personas del siglo XXI una foto en papel sigue gustando más que en un teléfono.
Hay muchas opciones para imprimir fotos digitales, desde hacerlo en casa con una impresora o directamente desde el teléfono con impresoras portátiles que sacan fotos tipo polaroid hasta llevarlas a una tienda de revelado digital o enviarlas por mail o Dropbox para que te las manden a casa. El problema de todo esto es que o es caro o es un proceso complicado y aburrido, algo que Antoine Le Conte y Aurelien de Meaux descubrieron cuando quisieron imprimir las fotos de un viaje pero se dieron cuenta de que estaban repartidas por varias redes sociales y que tenían que reunirlas primero.
“La ventaja de Printklub es que se pueden mandar imprimir fotos directamente desde Facebook, G+, Flickr o Instagram, ya sea desde la web o desde el mismo smartphone. Estas impresiones se hacen en formato polaroid cuidando muchísimo el producto, el diseño del packaging y la imagen de marca. Todo ello poniendo mucho empeño en la simplicidad de uso y la comunicación con el cliente, ya que nuestro objetivo es que nuestros productos se conviertan en accesorios de moda para ellos”, explica Tania Sáez, socia en España de esta startup fundada en francia por Le Conte y de Meaux.
Dentro de sus productos se pueden encontrar la Polabox (una caja de 30 fotos en formato polaroid), un póster tipo mosaico compuesto por 35 fotos, álbumes con fotos sacadas de redes sociales o cuadros. Todo ello con unos precios que van desde los 15 euros hasta los 40. “Son productos a precios muy asequibles en los que necesitamos grandes volúmenes para conseguir rentabilidad”, afirma Sáez.
Hasta la fecha han conseguido 90.000 euros de inversión bancaria y otros 440.000 de business angels, y su objetivo para este año (el tercero de actividad en Francia) es facturar 3 millones de euros. En España han desembarcado en el mes de julio, y esperan llegar al millón de euros antes de 2015. Y la cosa no para aquí, ya que en sus planes de futuro, además de entrar en otros mercados como el británico, el alemán o el italiano, también está ampliar su gama de prodcutos ofreciendo imanes con fotos.