La actividad primordial dentro de la cooperativa Vulcano es la elaboración artesanal de estufas y hornos de leña a medida. Estos productos se fabrican para insertar en chimeneas. “Llevan un sistema de ventiladores y cámara que incrementa el rendimiento producido por las estufas”, asegura uno de los socios, Carlos García Álvarez.
En la actualidad, Vulcano trabaja en el diseño de un germinador que permitirá disponer en el interior de la cocina de brotes totalmente ecológicos. Uno de los objetivos que persigue la cooperativa es “sellar la calidad de los productos para acceder con más facilidad a los mercados”.
En su primer año de vida, la cooperativa prevé cerrar con una facturación de 90.000 euros. Este importe, que la compañía espera duplicar a lo largo de este año, le permitirá sufragar los gastos de producción e incorporar también a un nuevo socio. Por el momento, el sistema de venta de la entidad va dirigido a pequeños agricultores y familias del entorno rural. No obstante, para el futuro más inmediato se están buscando vías para comercializar los productos fuera de Extremadura. Entre las nuevas áreas en la que están trabajando actualmente los tres socios, se encuentra un modelo de estufa de pellets (pequeñas porciones de material aglomerado o comprimido) para comercializar en las zonas urbanas.