En Turquía y en los países del medio-este y norte de África, gustan los juegos para aplicaciones móviles, tanto o más como en otros países”, afirma Sidar Sahin, CEO y fundador de Peak Games, junto a Rina Onur y Hakan Bas, que en menos de un año se ha convertido en la cuarta empresa más importante de juegos sociales a nivel mundial.
Sahin dice que existe un mal entendimiento acerca de su cultura y del desarrollo de los juegos. En estos países los usuarios juegan desde casa y crean sus chats o private rooms para poder conectarse con quien quieran en el anonimato, por lo que el modelo de suscripción funciona muy bien, algo que no ocurre en Occidente. “No hay ninguna empresa que tenga un conocimiento tan profundo de la cultura como nosotros. Ofrecemos juegos culturalmente relevantes y en árabe para los mercados emergentes, de los cuales aún no se ha sacado todo su potencial”.
Con 16 millones de usuarios mensuales, Peak Games tiene juegos desarrollados por ellos y otros licenciados y sigue sumando rondas de inversión: ya va por casi los 15 millones de euros. “De momento, lo que mejor nos está funcionando, para darnos a conocer, son las recomendaciones de unos usuarios a otros y el marketing viral”.