A la hora de planear un negocio viable pensaron en lo que triunfaría en el futuro, pero también en lo que siempre, pase lo que pase, tendría éxito. La necesidad de adquirir una vivienda no se limita en el tiempo, y todos la necesitan.
Un previo estudio riguroso del mercado les ha permitido detectar la necesidad de un sistema más rentable para obtener una vivienda. Esa es la cooperativa porque tiene menos intermediarios, y al usuario en vez de ofrecerle un único préstamo se le garantiza un beneficio por cada socio, reduciendo así el riesgo de que un socio tenga problemas de continuidad en la cooperativa, porque no va a afectar mucho al resultado final. Además, el usuario no tiene que entregar ni un céntimo hasta que se construya el suelo, se elijan los socios y se consigan las licencias.
No cabe duda, entonces, de que las cooperativas constituyen el modo más económico para adquirir una vivienda, y ademas los precios de las casas no pueden subir más de cinco veces en relación con el salario de una persona. Los trámites se realizan en la plataforma virtual de Ksanet.
La idea
“La creación de la idea Ksanet surge en el año 2009 por la iniciativa de varios directivos de una empresa anterior, que se unieron para buscar una solución al problema de las cooperativas de vivienda que existía y aun existe en la actualidad”, nos comenta el director y fundador, Roberto Jiménez Amores, quien deseaba ofrecer un servicio “sin los problemas que se ocasionan al ser un sistema de autopromoción sin la garantía y la seguridad de que realmente se van a terminar las viviendas sin dificultad y con total seguridad en cuanto a la ocupación, financiación y cantidades aportadas por los socios.”
¿Cuánto?
Para llevar a cabo este proyecto necesitaron 3.000 euros de capital social y una inversión inicial del proyecto de 120.000 euros, de los cuales el 30 porciento es para la investigación, estudios de viabilidad y puesta en marcha del negocio; el 40 porciento financia el desarrollo de las infraestructuras y página web; el 20 porciento sufraga los gastos de alquiler del local y su puesta en marcha; y el 10 porciento se destina para los gastos del personal.
Como son emprendedores en tiempos de crisis, disminuyen todo lo que pueden los costes en publicidad, y confían en las redes sociales y en el “boca a boca” para encontrar a sus usuarios.
Su principal fuente de financiación ha sido la aportación de sus accionistas, que han invertido hasta junio 180.000 euros. En estos momentos están buscando inversores para la segunda fase de su proyecto, las promociones de vivienda. Empezarán a facturar, esperan, a comienzos de 2013, y estiman que la cantidad a facturar será de 400.000 euros.
¿Quiénes?
Cuentan con tres personas jurídicas como accionistas, y entre el personal contratado por la empresa y los trabajadores de empresas colaboradores tienen 10 personas: el director, el departamento comercial, el departamento jurídico, el departamento de comunicación, el departamento de contabilidad, el departamento de informática y el departamento de personal y recursos humanos.
Tienen dos oficinas: la central en Rivas Vaciamadrid y otra en Madrid, que también es el departamento comercial.
Sus resultados
Debido a que se trata de un nuevo concepto y un nuevo sector inmobiliario, era difícil explicar la idea a bancos, arquitectos y notarios, pero habla por sí sola su garantía de éxito: más de 20.000 llaves entregadas, a cambio de la satisfacción absoluta de los usuarios.