El equipo de Ortega ha diseñado un sistema que esquiva monumentos.
Hasta que un equipo de matemáticos de la Universidad de Sevilla ha creado un método para el trazado de líneas de metro que no afecta a los edificios históricos de las ciudades ni durante las obras ni cuando las líneas están ya en funcionamiento. La solución no estaba al alcance de cualquiera: el proyecto estaba estancado desde los años 70.
GARANTÍA DE SEGURIDAD
“La viabilidad de este tipo de obras arroja dudas sobre la seguridad de los edificios cercanos. Nosotros hemos creado un algoritmo que encuentra las rutas más cortas entre dos puntos (a partir de nodos del diagrama de Voronoi), respetando una distancia de seguridad preestablecida respecto de los monumentos”, explica Francisco Ortega. Este investigador comenta que el método que han diseñado deja un radio medio de seguridad de 80 metros para los edificios históricos, y “tiene en cuenta otros factores que intervienen en este tipo de obras: desde la velocidad de ejecución de las obras hasta su integración con otros sistemas de transporte, como el tranvía”.