De espíritu inquieto, el carácter emprendedor de Jordi Giné proviene de un pequeño negocio familiar (un taller de herrería, de trabajos muy artesanales y de fabricación y colocación de herraduras para los caballos). Al fallecer su padre, Giné se inició en la comercialización de productos consumibles para la industria metal mecánica (discos de corte, hilo de soldar, etc…). Pero pronto se declinó por una de sus dos grandes pasiones: las motocicletas de competición, con el diseño de varios prototipos de motocicletas eléctricas de alto rendimiento.
Pero como el sector de la movilidad eléctrica estaba aún muy verde, decidió rescatar una idea que tuvo durante largas estancias en Edimburgo (Escocia) y Florida (Estados Unidos). En este último viaje, aprendió a pilotar aviones, otra de sus grandes pasiones. La idea fue la de confeccionar ropa interior masculina que sirviera tanto para las estaciones frías de Escocia como también para las estaciones extremas de calor de Florida, entre otras aportaciones más como comodidad (sin molestias de rozaduras), ajuste (con buen aguante, pero sin indeseadas opresiones) y sin desmerecer el estilo y diseño.
“Tenemos una línea atemporal, que incrementaremos más adelante con una línea más versátil en colores y estampados. Otra línea premium y dos de ropa interior técnica: una para pilotos de aviación y otra para deportistas de élite, como pilotos de MotoGP, futbolistas, corredores de maratones, runners, jugadores de pádel, montañeros y escaladores. Los tejidos que utilizamos, tanto en algodón como en microfibra, son tejidos italianos hipoalergénicos antibacterianos de gran suavidad y transpirabilidad”, describe este emprendedor.
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