La idea surgió un día de julio de 2012, en una conversación de 4 amigos reunidos en Madrid. “Yo creo que las gafas de sol de espejo van a pegar este verano”, dijo Eduardo Jones. Era lo único que sabían del sector, pero ello no fue óbice para que estos compañeros del doble grado de Derecho y Administración de Empresas, se animaran para constituir Mr Boho. Aprovecharon para el nombre una expresión anglosajona (boho chic) con la que se alude a estilismos de inspiración bohemia y hippy, con un toque de glamour, a precios asequibles. El logotipo es un rostro configurado por unas gafas de sol, un bigote y un bombín que se asocia al Mr y dota de personalidad a la marca.
Empezaron en 2013 como un negocio local, pero el triunfo fue rotundo desde el principio. Su gran apuesta fue encargar la fabricación de 5.500 unidades de gafas tras vender las 600 primeras. Hicieron bien, porque ese año vendieron más de 20.000 gafas sólo en España, lo que les animó a pensar pronto en otros mercados. A día de hoy, la marca vende 90.000 unidades de gafas de sol al año –con 99 referencias- y 20.000 relojes, complemento que incorporaron posteriormente. Al mercado español, suman la presencia en los principales europeos, Latinoamérica, Estados Unidos y, en breve, Japón. Y, aunque el crecimiento fue más veloz al principio, no bajan de un 25% en el incremento de facturación anual.
Rasgos diferenciales
¿Qué les diferencia de otras marcas de moda nacionales que han irrumpido en los últimos años? Lo primero es que prefieren moverse en el entorno offline. El 85% de las ventas las realizan en tiendas físicas. Solamente en España, superan los 300 puntos de venta, teniendo en cuenta que vigilan mucho que sus aliados se aproximen a su imagen definida y les nutran como marca. Un ejemplo son los establecimientos de la joyería Durán.
Otro aspecto que les gusta resaltar es que, las suyas, son gafas españolas made in Italy, en un sector donde predominan los proveedores asiáticos. “Es en Italia donde está el top de la industria óptica así que, aunque nuestros diseños sean de Diego Estrada– modisto de alta costura y socio de la compañía- una vez allí, solemos escuchar con atención lo que nos aconsejan”, dice Eduardo Jones.
En cuanto al target, lo sitúan entre los 25 y 35 años, aunque los hay arriba y abajo, con un nivel socioeconómico medio-alto e interés por la moda.
Y, aunque se muevan más en el mundo físico, tampoco olvidan el entorno digital haciendo un uso intensivo de las redes sociales, especialmente Instagram, y recurriendo a influencers que les hacen de escaparate y embajadores de la marca.
Apoyarse en un producto para crear un universo, no es sencillo, pero más complicado aún es mantenerse. Por eso, los responsables de Mr Boho van añadiendo líneas de negocio paralelas,conforme se consolida la marca. El reto nuevo que se plantean es abordar el sector de la óptica en todo su espectro. “¿Que si está saturado ya este mercado? Pues igual sí, pero, como en todos, el tiempo dirá quién se queda y quién desaparece”, concluye Eduardo Jones.