Advertisement
29 May, 2023

Emprendedores Logo

×

El tsunami que amenaza la realidad

Augura un futuro incierto para el sector de los videojuegos y de las redes sociales convencido de que pronto serán barridos por la realidad virtual (VR).

El tsunami que amenaza la realidad

Dice Edgar Martín-Blas Méndez que su principal habilidad es la intuición y la de actuar en consecuencia. Esto tiene una gran ventaja que es la de “ser tu mismo quien escribe el guión de tu vida cada día”, pero tiene también un inconveniente y es que le impide profesionalizar. Es decir, que Edgar Martín-Blas descubre una tecnología, se zambulle en ella, y cuando cree que la ha exprimido bastante la deja y salta a otro proyecto.

Hasta ahora, esto le había pasado más o menos cada tres años. De la publicidad convencional, se subió a la ola del marketing online, pasó de aquí al mundo de las apps para crear contenidos cuando ni siquiera Applestore se había instalado en España, se fue luego a trabajar a Tuenti como director creativo y aquí no tuvo ocasión de completar el trienio porque intuyó que lo que venía no era una nueva ola tecnológica sino un tsunami. Dejando “un sueldo de la leche en Tuenti” se despidió en abril de 2015 y en mayo ya había constituido New Horizons VR, la primera agencia publicitaria en España de Realidad Virtual.

El facebook del futuro

Que ¿cuándo se dio cuenta de que la VR iba en serio? El día que facebook anunció la compra de Oculus, en cuyo prototipo intervino Edgar a través de la plataforma de crowdfunding Kickstarter. “Vi lo mismo que había visto facebook que no eran las gafas sino el contenido. La gafa es replicable por los chinos mañana, pero el contenido se va a dividir en dos capas: la profesional y la social. En la profesional revoluciona todos los sectores desde la educación hasta la medicina o el periodismo. En lo social estarán las entradas de los usuarios con la creación de sus videos 360 con volumetría tridimensional, que no son videos sino recuerdos reales de un momento determinado, con tu gente. Esto, los móviles lo van a integrar en muy poco tiempo. Pero luego está también el metaverso, que es el facebook del futuro, que te permite teletransportarte a cualquier espacio y reunirte con quien tú quieras”. Si internet fue recibida como la herramienta de la democratización por excelencia, la VR nos permitirá romper con todos los límites económicos y espaciales. “No hará falta ser astronauta para ir a Marte o tener mucho dinero para seguir una final mundial de fútbol in situ”, dice Edgar.

Anomalía en el mercado

También los 3,5 billones de dólares invertidos en gafas que costarán desde 100€ a 400 € que inundarán esta Navidad los mercados internacionales pueden considerarse indicio más que suficiente para decir que la VR ya está aquí. Y ahí radica la anomalía que observa Martín-Blas en el mercado y es que hay un producto sold-out (agotado) para algo que carece de contenidos. Solo unos pocos como él, que lleva años trabajando en la cocina, se han anticipado a la irrupción de esta tecnología que el abrazó como uno de los pioneros en España repitiendo la jugada de las apps. El problema, en su opinión, estriba en que por más que se quiera ahora acelerar la producción de contenidos hace falta una preparación de equipos y unos medios imposibles para una startup. “Hablamos de empresas tochas que ya se han metido en esta industria como Disney, Fox, Neftly, Steven Spielberg…Son bichos grandes que están tirando de gente pequeña pero muy buenos profesionales. Hacen falta equipos multidisciplinares con auditores, desarrolladores, diseñadores, hardware, actores… y todos tienen que dar un giro importante a sus conocimientos”. Sólo él, que lleva toda la vida caminando en el precipicio y “unos pocos frikis más, como Christian Domínguez o Roberto Romero estamos preparados para hacerlo”.

No le toca vender

El primer anuncio en VR lo rodó para Licor 43 pero están también en su cartera de clientes Ramón Bilbao, Audi, El Corte Inglés o Progecovi. Hasta cinco ofertas de compra dice haber recibido, pero ni quiere ni le toca vender, prefiere seguir al frente de lo que él denomina El Club de la lucha, un nuevo concepto de empresa donde va dando entrada a profesionales independientes interesados en aprender desde la humildad y a colaborar con sus conocimientos específicos. ¿Hasta cuándo? “Pues como las otras veces, hasta que vea que las academias ofrecen cursos de creación de contenidos en VR, que es lo que yo llamo el momento CCC”.