En el último certamen del Salón MiEmpresa se nos acercaron unas aspirantes a emprendedoras para preguntarnos si montar una pequeña imprenta en 3D para artesanos, dirigida al universo Házlo Tú Mismo, era una buena idea. Más allá de remitirles a una institución (no mental) que les ayudara, al volver a la Redacción nos picaba el gusanillo, así que decidimos echar cuentas. Montar esa imprenta (física) en 3D no es negocio, eso ya te lo adelantamos. Lo que sí tiene oportunidad de convertirse en un negocio es montar una empresa de formación (diseño industrial, diseño gráfico, nociones de prototipado rápido) itinerante (sin oficinas físicas) para aprender a sacar partido a la tecnología 3D.
Venga, vamos a argumentarlo.
La idea inicial es montar una pequeña imprenta en 3D para alquilar maquinara y formar a pequeños creadores que quieran trabajar en prototipos. La idea es crear la primera cadena de centros de impresión 3D, un workcenter de impresoras 3D (esto por ampliar las aspiraciones de las emprendedoras que se nos acercaron). También tendría una parte de escuela de 3D printing. Todo ello en 51 metros cuadrados distribuidos entre taller-almacén-zona de venta en la zona centro de Madrid con ocho impresoras y dos escáneres y cinco ordenadores con software 3D.
Lo testamos con un experto
Preparamos un pequeño plan de negocio y elaboramos el plan de tesorería a un año vista y decidimos ir a contrastar nuestras reflexiones (básicamente, que esto no es negocio) con Arístides Senra, responsable del área de creación de empresas de la Universidad Politécnica de Madrid. La elección de Senra no es al azar. Hace un año estuvimos en el centro de empresas de la UPM en el campus de Montegancedo, en Madrid, y allí estuvimos hablando con uno de los responsables del FabLab, que por si no sabes lo que es ya te decimos que es una red internacional de laboratorios de investigación que dan acceso a la tecnología de fabricación digital. Vamos, competencia con todas las de la ley.
Para que nos entendamos, los fablab son talleres abiertos que no sólo tienen impresoras 3D, sino metodologías estandarizadas, estudiadas por gente muy sesuda que tiene el 90% de la maquinaria y de los materiales que necesita la gente que quiere hacer un prototipo. Hay fresadoras, cortadoras de vinilo… no sólo hay impresoras 3D. No pone solo 3-4 máquinas 3D, sino que tiene dispositivos optimizados para todo lo que quieras hacer, incluidas placas de electrónica… Senra conoce de cerca el modelo de negocio.
El resumen ejecutivo
Esto es lo que le enseñamos a este experto en creación de empresas de nuestro proyecto, al que bautizamos como Prototipos Ilustres, para que nos ayude a reflexionar sobre él:
Actividad: Una imprenta en 3D para particulares: Diseñadores independientes de bisutería, aficionados al diseño de bisutería, estudiantes de ingeniería, emprendedores que necesitan un prototipo, aficionados a la tecnología y agencias de publicidad. También es escuela de 3D printing.
Clasificación Nacional de Actividades Económicas: 1.812 – Otras actividades de impresión y artes gráficas.
Forma jurídica: Autónomo.
Localización: Madrid
Instalaciones: 51 m2 distribuidos entre taller-almacén-zona de venta en zona centro.
Equipos y maquinaria: 4 máquinas de impresión 3D para pequeños proyectos (1.690 euros), dos máquinas de impresión 3D para proyectos medianos (2.199,01 euros), 4 máquinas 3D para aficionados (499,90 euros) y 2 escáneres de piezas en 3D (899 euros). Luego estarían las bobinas (con una inversión inicial de 4.535 euros para tener un stock de 150 bobinas de tres calidades diferentes). A eso habría que sumarle 5 ordenadores con software de diseño en 3D (4.665 euros).
Personal y estructura organizativa: El promotor (ingeniero industrial, diseñador gráfico).
Cartera de servicios: Alquiler por horas de máquinas 3D de alto nivel. Fabricación de prototipos por encargo. Diseño de prototipos. Clases de impresión 3D: tanto de software de diseño como de uso de la maquinaria.
Clientes: Estudiantes de ingeniería, emprendedores que necesiten prototipos, inventores y particulares aficionados a la tecnología que no se quieran gastar 2.000 euros en una máquina de 3D hasta tenerlo muy claro. También agencias de publicidad, comunicación y eventos.
Herramientas de Promoción: Campaña de SEM. Promoción en grupos de investigación en universidades, en asociaciones de inventores y en viveros de empresas, además de comunicación tradicional.
Competencia (incluidos productos sustitutivos): Imprentas en 3D industriales, Workcenter, 3D4You, las propias marcas que comerciliazan las impresoras en 3D, y, sobre todo los FabLabs, que no tienen solo impresoras 3D sino las herramientas y la maquinaria más habitual a la hora de hacer prototipado.
Diferencia de servicios con respecto a la competencia: El público al que se dirige: particulares y pequeña producción (una única unidad).
Amenazas: Las grandes imprentas no se van a meter, pero Workcenter podría abrir un corner en un abrir y cerrar de ojos: mayor capacidad de negociación para adquirir las máquinas y los consumibles, mayor capacidad para contratar mano de obra y ellos, además, estarían abiertos las 24 horas, con lo que podría resultar atractivo para ese público estudiante que quiero captar y que puede dedicar las últimas horas del último día para imprimir su proyecto para entregar al día siguiente en la facultad.
Inversión: 33.428 euros
Facturación (primer año): 23.000 euros
CIFRAS (primer año)
Inversión total: 33.428 euros
Fondo de maniobra inicial: 16.572 euros
Costes fijos mes: 2.364 euros
Recursos propios: 50.000 euros
Recursos ajenos: 0 euros
Previsión de ventas: 23.000 euros
TARIFAS
Alquiler diario de máquinas 3D: 90 euros + consumible cliente con 20% margen si lo compran en tienda. Se da la opción de lo traigan ellos, pero tiene que ser compatible con los equipos.
Fabricación de prototipos por encargo: 150 euros por unidad + consumibles aparte con un 20% de margen.
Diseño de prototipos: 200 euros.
Clases de impresión 3D: Tanto de software de diseño como de uso de la maquinaria: 150 euros curso
ESTIMACIÓN DE INGRESOS POR LÍNEA DE PRODUCTO
Alquiler por horas de máquinas 3D de alto nivel: 4.500 euros (50 clientes a partir de mayo).
Fabricación de prototipos por encargo: 1.000 euros (5 clientes).
Diseño de prototipos: 2.500 euros (50 clientes)
Clases de impresión 3D: tanto de software de diseño como de uso de la maquinaria:15.000 euros (100 clientes desde el mes de mayo)
Además de este resumen ejecutivo, le enseñamos éste plan de tesorería a un año vista:
Hacemos también una versión de ese mismo plan poniéndonos un sueldo, pero esa nos la guardamos (por cierto, el resultado es el mismo).
Y nos ponemos a analizarlo con él.
Fotocopias sofisticadas
Senra va directo al grano. “Tal y como está planteado es como si fuera una tienda de fotocopias, sólo que son unas fotocopias más sofisticadas, como modelo de negocio. El problema es que es un negocio que tiene muy poca diferenciación. Antes de abordar una inversión importante de 50.000 euros, en un plan de negocio echo de menos no sólo la definición del cliente: quién estimas, con nombres y apellidos, que va a ser tu primer cliente. He llegado a un acuerdo con este departamento de esta universidad, o con esta escuela de negocios…”, apunta.
Diferenciación y barreras de entrada
“Imagínate que tienes suerte. La gente comienza a hacerse anillos, bisutería, lo usan, te hacen encargos… lo que más me preocupa es la diferenciación. Piensa en los FabLabs. Son tiendas como la que tú quieres montar. La diferenciación es algo que me preocupa: un FabLab busca la diferenciación con una marca reconocida, que no pone 3-4 máquinas 3D, sino que tiene dispositivos optimizados para todo lo que quieras hacer, incluidas placas de electrónica”, nos señala.
“Además, si montas una tienda de fotocopias y funciona, ¿qué le cuesta a otro abrir otra tienda de fotocopias? ¿Qué barreras a la entrada vas a levantar? ¿La gente viene porque le pilla de camino a la universidad o la gente viene porque realmente sabe que está trabajando con una buena empresa? Está claro que las máquinas, ahora que se ha reducido su precio, no van a ser. Quizá una certificación o marca… Fíjate que para certificarse como FabLab hay que superar un examen de acreditación. Es una red mundial: todo lo que esté en sus equipos se puede utilizar en cualquier FabLab del mundo, están conectados. Y también dan formación”, continúa.
“¿Abres la empresa porque tienes potencial para crecer y hacer más cosas o porque te aburres y ahora se llevan las impresoras 3D? ¿Qué potencial tiene realmente este negocio a futuro?”, nos plantea.
Excesivos costes fijos
“Esto es un B2C combinado con un B2B. Cuando alguien me dice que está pensando en montar una tienda de impresoras 3D, una de las primeras cosas que le intentaría pedir es qué recorrido tiene esto. El que va a ganar seguro es el casero, que todos lo meses va a recibir dinero. El que va a ganar seguro es el que te vende las máquinas. Cuando hablo de recorrido, me refiero a esto: ¿Por qué crees que la gente va a empezar a pedirte cosas a ti? ¿Tienes algo documentado que realmente que a mí me certifique que realmente vas a generar negocio? Es un ejercicio sano: ¿Por qué debería poner 20.000 euros en esta empresa? Preguntarse esto es un ejercicio sano. ¿Tienes alguna ventaja competitiva? ¿Hay algo por lo que realmente la gente que te conozca te vaya a elegir? ¿Por qué eres el mejor para montar una imprenta 3D? ¿Se te ocurren aplicaciones? ¿Eres arquitecto/ingeniero industrial/diseñador gráfico? ¿O sólo vas a enseñar a utilizar las máquinas? ¿O les va a enseñar a diseñar?”, lanza.
Repasando el plan de negocio comentamos que preparando las previsiones de tesorería nos damos cuenta de que la parte de formación es la que más peso cobra, más que la propia fabricación. Pero, claro, formación es muy genérico: ¿Qué vas a enseñar a utilizar la maquinaria o a sacarle complejo?
Ahora mismo la tecnología es asequible en precio para el público, pero es realmente compleja de utilizar para el neófito, salvo, claro, que seas ingeniero industrial…
Formación, sí, pero qué formación
“Sí, el software ahora es complejo, pero dejará de serlo. Ahí está la clave: la formación que quieres dar es: ¿te voy a enseñar a utilizar el excel o te voy a enseñar a diseñar historias fantásticas utilizando como herramienta el excel? Porque el planteamiento es completamente diferente. El software será cada vez más sencillo. Enseñar a utilizar las máquinas al final es un manual de usuario. ¿Alguna capacitación de valor añadido? Por supuesto que vas a aprender a usarlo, pero vamos a hablar sobre prototipado rápido, vamos a hablar sobre los fundamentos del diseño, vamos a hablar sobre ese tipo de cosas… Si no, te estudias el manual y comienzas a dar clase de eso”, rebate Senra.
Llega el momento de hablar del equipo. ¿Qué tipo de emprendedor estaría detrás de este negocio? Mucho ingeniero industrial que busca un hueco, diseñadores gráficos que se están quedando sin trabajo… Le comentamos que se podría plantear como una formación itinerante, con un par de máquinas y una furgoneta.
“Ahí está la clave: enseñar a sacar partido a la máquina, no enseñar a utilizar la máquina 3D. En definitiva terminaremos aprendiendo todos. Será el típico gadget que todos tengamos en nuestra casa con el tiempo. Será como los portátiles. Ganarán dinero los fabricantes de las máquinas y los fabricantes de los consumibles”.
Diseñadores gráficos
“Los diseñadores gráficos tienen un buen perfil para un proyecto de este tipo. Piensa siempre que el negocio gire en torno al conocimiento valioso que tienes tú sobre el diseño y las aplicaciones que le puedas encontrar”, resume.
“La impresora no es el futuro, sino las aplicaciones y servicios que giren en torno a esas impresoras. Para el que haga material médico, la impresora 3D va a ser una herramienta más, lo importante va a ser el conocimiento técnico. No te lances si no tienes el conocimiento suficiente, porque si no te van a dejar detrás rápido. De ahí la importancia de la ventaja competitiva”, plantea Senra.
La idea de una empresa de formación en 3D itinerante (una semana estás en el colegio de ingenieros industriales, otra semana en una escuela de negocios) ya le hace más gracia a este experto. “Esa idea tiene posibilidad de funcionar. Te quitas costes fijos. Tienes que contar también con que la maquinaria se va a estropear. Tendrás que acometer gastos de reparación, de mantenimiento. Es como una pequeña fábrica. Que sí, que es tendencia, pero tienes que pensar cuál es el negocio para ti, no el negocio para ellos”, argumenta.
La importancia de cuantificar los ingresos
Por último repasamos el plan de tesoría. “Vamos a cuantificar de una forma más o menos seria cuáles van a ser los ingresos. Cuántas ventas vas a realizar el primer mes. No sólo es importante saber cuáles son tus costes, sino también cuánto vas a vender, porque pasado el primer mes si no has alcanzado ni de lejos los ingresos que has dicho que ibas a alcanzar, entonces quizá deberías pensártelo y dejar de perder pasta”, plantea.
“A la hora de fijar precios, si conoces tus costes, calculas tu punto de equilibrio, analizas el mercado… puedes tener unos precios orientativos y con esos precios, esa previsión de ventas y esos costes cuántos clientes necesitarías: a partir de ahí puedes analizar tu viabilidad. Todo eso te da un baño de realidad importante”, añade.
[pullquote align=’center’]CONCLUSIÓN: la imprenta 3D no es negocio. Una empresa de formación para sacar partido y aprender diseño en 3D y prototipado, sin incurrir en gastos fijos, sí que tiene posibilidades. ¿Te animas?[/pullquote]