Si tienes presente la red social de música Lastfm, el caso de Restuento es bastante similar. Sólo cambia restaurantes por grupos de música y ya lo tienes. Jon Sánchez y Eneko González, los fundadores de esta startup, han creado lo que ellos llaman un ‘ADN gastronómico’, un sistema que analiza los gustos de cada usuario para ofrecerle recomendaciones basadas en las preferencias de sus amigos y de otros usuarios con los que tenga una compatibilidad alta.
Pero la verdadera ventaja de esta plataforma es que apuesta por unas opiniones sólidas de los restaurantes que se pueden encontrar en la web. Y es que eso de opinar de forma anónima no es demasiado fiable. “El sector de las páginas de reservas online se presentaba con búsquedas estandarizadas y saturado de opiniones hechas por desconocidos, en numerosos casos por los propios restaurantes o incluso usuarios falsos ordenados por preferencias de publicidad. Resultaban comentarios o demasiado positivos o exageradamente negativos. Esta situación desembocaba en la falta de confianza por parte de los usuarios para reservar”, explican estos emprendedores.
Para ponerlo en marcha han reunido 60.000 euros de sus ahorros y préstamos de amigos. También han sabido a quién acercarse dentro del sector, y trabajan como partner de El Tenedor y Réstalo ofreciendo ofertas a través de su plataforma, además de permitir efectuar reservas a través de la plataforma. Ahí reside su modelo de negocio, ya que sus servicios son gratuitos tanto para los usuarios como para los restaurantes. “Se trata fundamentalmente de una red social, así que su objetivo es la interacción entre los usuarios y entre usuarios y restaurantes”.