Seamos razonables. ¿Por qué pagar un 50% más por las bolas de saco de prácticas –sí, hombre, esas a las que decepcionas cada vez que las golpeas con ese toque seco y descuidado tuyo– cuando podemos pagar un 50% menos? Y ya puestos. Por qué no pagar también un 50% menos en una gama premium de modelos
tour de las principales marcas? Una vez recuperadas, estas bolas ni tienen asperezas, ni rozaduras y conservan sus propiedades originales. Bueno, vale, la serigrafía no es perfecta, pero sí casi perfecta.
Ésta es la propuesta de valor de Replay Golf, una empresa española que recupera las bolas perdidas en los lagos, las recicla y las vuelve a poner en circulación. Bueno, eso y que ofrecen más margen a las tiendas que la bola nueva. La idea es de Rafael y Álvaro Fernández, padre e hijo, emprendedores madrileños que se han atrevido a montar una fábrica, sí, una fábrica, en Ólvega (Soria), que lleva ya seis meses a pleno funcionamiento –con las máquinas a tres turnos– y que recupera más de 80.000 bolas a la semana. Hmmm. 4.160.000 bolas al año. Que ya se dicen bolas… Por cierto, ése es sólo el volumen de pelotas recicladas porque hay otras tantas que con un lavado y un repintado, están listas para volver a usarse.
“Somos la primera fábrica en Europa de reciclado de bolas de golf. No hay ninguna que abarque todo el proceso. Nos estamos beneficiando de ser más competitivos al tener una fábrica de apoyo. Y además nos beneficia segmentar el producto de acuerdo con el mercado europeo”, explica
¿Segmentar? “Hay mercados en los que el precio de bola nueva es más bajo. Otros en los que podemos ser más agresivos con los precios. Hay mercados en los que hay un modelo de moda que no se vende en otros países. En otros, como Francia, se impulsa el concepto verde… y orientamos nuestra estrategia de marketing para impulsarlo”.
Una buena idea
“La idea la vio mi padre hace cuatro años cuando vivía en Estados Unidos y pensó que el modelo de negocio funcionaría en Europa. Había trabajado en el sector de la distribución de material deportivo y ya tenía los contactos para poder vender este producto en Europa. Empezó como un distribuidor, importando de Estados Unidos y vendiendo aquí. ¿Qué ocurrió? Entre un 40% y un 50% de las bolas que se recuperan necesitan un tratamiento… ¿por qué no darlo nosotros?”.