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07 Jun, 2023

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El cine que quieren ver los espectadores en la sala

Es una plataforma web que permite a cualquiera la organización de proyecciones bajo demanda en salas de cine a través de su particular sistema de reserva colectiva de entradas: el crowdticketing, algo así como el crowdfunding aplicado a las entradas de cine.

El cine que quieren ver los espectadores en la sala

Para que las salas de cine se avengan a proyectar las películas elegidas por el público hace falta reunir un mínimo de reservas previas de entre 40 y 60 espectadores. Aseguran así la recaudación a la sala que suele registrar más de un 70% de ocupación durante los días laborables dado que los fines de semana, los más taquilleros, respetan la programación habitual.

El público, por su parte, determina lo que quiere ver. Ellos son los que organizan el evento y acceden así a una cultura audiovisual diversa, sin condicionantes geográficos ni de género de ningún tipo gracias al amplio catálogo que maneja la plataforma.

Se cierra el círculo con los pequeños productores y directores de cine, muchos de los cuales quedan fuera del circuito comercial por la falta de recursos. Hay películas que no llegan a exhibirse nunca, mientras que el 80% que sí lo consiguen pertenecen a grandes grupos estadounidenses.

Estas son las tres patas que se robustecen con la solución de Screenly. Lo recaudado en cada evento se reparte con un 40% para el exhibidor, otro 40% para el propietario de los derechos de la película y un 20% para ellos como mediadores y responsables del booking, la gestión de venta y control de las entradas, logística, envío de materiales, comunicación, facturación y pago a las partes.

Así, y sin ningún tipo de inversión publicitaria hasta el momento, han conseguido en dos años de actividad organizar 150 eventos, 12.000 usuarios registrados y vender 25.000 entradas en los 80 cines adscritos en 12 comunidades autónomas. Recorrido les queda, porque la cuota de mercado conquistada hasta ahora se sitúa en el 10-12% del total.

Un problema endémico

La idea fue de Marc Prades y Alberto Tognazzi a los que luego se sumó, también como socia, Helena Fernández. Todos ellos cuentan con un profundo conocimiento de la industria cinematográfica a la que siempre se han dedicado profesionalmente. Por eso saben que al sector le aqueja un mal endémico que es la resistencia al cambio, el monopolio y la negación a abrirse a otras alternativas. “En la distribución y exhibición cinematográfica española, el acceso al circuito comercial de los creadores que no están vinculados a grandes compañías, sobre todo norteamericanas, se limitan a un 20% del total”, argumentan.

Añaden a ello circunstancias como las que se imponen en las ciudades pequeñas, con una oferta cinematográfica precaria si se la compara con la de las grandes ciudades. Tanto para los primeros como para los segundos, la plataforma proporciona herramientas que facilitan la proyección de obras que de otra manera difícilmente hubiera sido posible ver y exhibir. No obstante, el catálogo de Screenly contiene de todo, desde directores noveles hasta clásicos y populares de siempre.

Al margen de la vía de ingresos ya descrita, procuran ingresos adicionales con otros servicios paralelos, como el acuerdo suscrito con Aulafilm, de la que también es impulsora Helena Hernández. Aquí ofrecen a los centros educativos el cine como recurso pedagógico y organizan pases matinales.

Competencia tienen, y no poca. Aunque la génesis del modelo de negocio está en EE.UU, su buen funcionamiento ha hecho que se extienda ya por las principales ciudades europeas. Tampoco en España están solos dado que compiten con una propuesta similar que opera en Sevilla. Por eso quieren aprovechar las buenas métricas acumuladas y dar un empujón al proyecto. Para recaudar fondos, tienen abierta una campaña de crowdequity con la Bolsa Social. La campaña, que finaliza el 28 de febrero, tiene como objetivo recaudar un mínimo de 100.000€ y un máximo de 120.000, con una inversión mínima de 500€ por mecenas.

Con el dinero que recauden se proponen tirar al menos los dos próximos años, ampliar y consolidar el equipo de trabajo estable (70%) que se reparte entre Barcelona y Madrid y seguir invirtiendo en el desarrollo tecnológico de la plataforma. Además, y aunque el crecimiento hasta ahora ha sido orgánico, desean darse a conocer al público mayoritario ampliando las acciones de marketing y comunicación.