“Entonces había carencia de materiales y actividades educativas sobre medio ambiente, con lo que estas exposiciones tuvieron muy buena acogida por su calidad y nos pidieron que las plasmáramos en una publicación”, recuerda Domínguez. Y así nació SDL, empresa de divulgación medioambiental.
“Empezamos a tener clientes, sobre todo grandes empresas, fundaciones y entidades de obra social, que nos encargaban trabajos cada vez más diferentes. Y con el tiempo hemos ido perfilando nuestras líneas de negocio: diseño, realización y gestión de exposiciones, venta de contenidos y edición de publicaciones (folletos, libros, cuadernos de campo, guías…), venta de fotografías, productos de regalo para empresas y particulares, diseño de estrategias de comunicación y gestión en el ámbito del medio ambiente”, explica.
La empresa comenzó a operar con lo mínimo para constituir la sociedad, 3.000 euros, que destinaron principalmente a mobiliario y ordenadores. “Ahora, tras una ampliación de capital que hicimos en febrero pasado, hemos dado entrada a nuevos socios, que creen en nuestras ideas y que, al provenir de diferentes ámbitos, nos van aportar nuevas perspectivas y apoyos”. En 2007, la compañía facturó 452.000 euros y este año prevé llegar a los 560.000.
