Ventajas competitivas
Junto a Tauri Tuubel, se centró en crear un equipo de profesionales que entendieran en la materia para poder desarrollar Smartdec: un sistema de vigilancia inalámbrico, excepcionalmente ligero, con una batería de 400 días, preparado igualmente para la visión nocturna y diurna y de fácil instalación (el proceso de montaje no es superior a dos minutos).
“Empezamos en 2007 con 2.500 euros. Eso nos dio para montar el primer prototipo, que para ser sincero no tenía muy buena pinta, pero fue suficiente para impresionar a algunos business angels”, asegura Tamm.
La inversión aumentó en otros 70.000 euros y ya tienen ingresos superiores al medio millón de euros.
El sistema Smartdec está enfocado a vigilar zonas fronterizas, áreas de difícil acceso, plantas petrolíferas, operaciones militares puntuales… Y es que, precisamente, una de las novedades de este sistema es su portabilidad, que permite instalarse y desinstalarse según las necesidades de cada cliente. “Además, al no tener cables casi no requiere mantenimiento, lo que abarata el producto”. Smardect acaba de recibir la certificación ISO.