Tú no nos haces caso cuando te decimos que te suscribas a todas las newsletters que tengan que ver con tus áreas de conocimiento e interés porque son una fuente inagotable de ideas de negocio (otra cosa es que luego sean negocio, pero ahora estamos hablando de detectar oportunidades). Nosotros estamos suscritos a los feeds más inverosímiles. Como el de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC).
Este mes, por ejemplo, nos hemos enterado de que el Instituto ECRI publica anualmente su informe Top 10 Hospital C-Suite Watch List, en el que hace un repaso por las tecnologías sanitarias más novedosas y emergentes de este año para el sector médico. A través de este informe se pretende, según la SEEIC, “ayudar a los agentes implicados en la adquisición de nuevas tecnologías, a tomar las mejores y más eficaces decisiones, aportando diferentes aspectos y puntos a tener en cuenta”… servicios todos ellos externalizables y por los que se puede cobrar. A nosotros se nos ocurre que alguien con espíritu emprendedor, como tú, le va a sacar más partido que nosotros, así que te contamos lo que más nos ha llamado la atención.
1. Distribución de robots desinfectantes para quirófanos
“Si en 2014 el Instituto ECRI ponía de manifiesto la conveniencia de dotar a los hospitales de superficies de cobre debido a las propiedades antimicrobianas de este metal, este año, destaca el papel de los robots desinfectantes, que ya se están probando en algunos hospitales de Estados Unidos”, apunta la SEEIC. Seguro que ya hay empresas pensando en distribuir estos productos en Europa (y en nuestro país), pero lo mismo se centran en acuerdos de reseller de una única marca. Quizá tocar varias marcas…
“Las infecciones adquiridas en los hospitales siguen produciendo, anualmente, miles de muertes en nuestro país. Por lo tanto, todos los avances que se produzcan para combatirlas contribuirán a mejorar la salud de los pacientes, así como a reducir los costes generados por estas complicaciones”, defiende Jesús Manzanares, presidente de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC).
2. Clínicas post-alta para la tercera edad
El informe también destaca la necesidad de desarrollar clínicas post-alta. Habíamos escrito sobre éstas para pacientes de operaciones estéticas, pero no habíamos pensado en ampliar la oferta por la dificultad de monetizar en este sector (está claro que la Sanidad Pública no va a pagar por este servicio), pero quizá vinculadas al sector privado y a los seguros privados…
Estas clínicas están concebidas con el fin de hacer más cómoda la transición entre el hospital y la casa del paciente, pero, sobre todo, para prevenir posibles recaídas. Podrían estudiarse también como centros post-alta para personas de avanzada edad con problemas médicos (vamos, un Ballesol especializado en mayores después de pasar por una operación y antes de volver a casa).
3. Formación en 3D para fabricar órganos
El informe también destaca la introducción de las impresoras 3D (sí, estamos pesaditos en este número con estas herramientas) en el ámbito hospitalario. Su uso se está investigando en tres ámbitos: por un lado, la creación de modelos anatómicos de un paciente para planificar y practicar cirugías complicadas antes de llevar a cabo ese procedimiento en la realidad; y por otro, para la fabricación de implantes personalizados y la creación de tejidos y órganos humanos. Hemos visto ya emprendedores españoles diseñando piezas de repuesto para maquinaria (unas más sofisticadas que otras…).
No le vemos el negocio a fabricar, sino a diseñar (un servicio que ofrecerían ingenieros industriales en colaboración con médicos) tejidos y órganos para que otros fabriquen. Además, esta formación se podría llevar a universidades privadas (se nos ocurre proponerles un máster de prototipado médico en 3D a futuros ingenieros).