Su verdadero negocio es la publicidad. “Las máquinas son una plataforma de publicidad interactiva, que demuestra por parte del anunciante su compromiso con la diversión responsable, un concepto al que quieren asociarse muchísimas marcas”, cuenta Phillip Stark, cofundador de Stark Plugs junto con Marco Torremocha.
Su forma de actuar es ofrecer la máquina gratis al local o festival, pero manteniendo la propiedad. Stark Plugs venden los tapones al por mayor y todo el beneficio que dé la máquina es para la sala. “No vamos a hacernos ricos con la venta al por mayor, por eso nos centramos en explotarlas con publicidad. Lo que queremos es que la gente tenga tapones accesibles”, explica Stark.
Ambos socios sufren de acúfenos -pitidos en los oídos que se incrementan con volúmenes altos- y descubrieron que un 20% de la población también lo padece. Además siempre han estado en contacto directo con el mundo de la música en directo, donde cada vez más se ve a gente utilizando tapones. Su público son asistentes a conciertos y músicos, aunque han visto que también los usan camareros, equipo de seguridad de festivales o fotógrafos. En definitiva, cualquiera que se vaya a exponer a música a alto volumen.
Ante la pregunta sobre el estudio de mercado sobre su idea, Phillip se remite a su experiencia personal. “Llevo tocando en grupos desde que tengo 13 años y en más de 20 años nunca he visto una máquina de tapones para los oídos en ningún local. Ese es mi estudio de mercado.”
Invirtieron unos 8.000 euros entre los dos socios y un tercer amigo, y reinvierten todo lo que ganan para comprar más máquinas para ofrecerlas a más salas y festivales -de momento han cerrado acuerdos con el Primavera Sound, el BBK Live y el FIB-. Han recibido ofertas de EE UU o de Indonesia para implantar su modelo, pero de momento se concentran en consolidarse en España.
