No es que cada vez se prescinda más de las agencias a la hora de organizar un viaje (de capa caída y entrando en la especialización como única vía de supervivencia), es que cada vez más las personas buscamos más allá de las guías turisticas a la hora de plantearnos ir a conocer otra ciudad u otro país. Internet y su infinita información aportan un buen punto de partida para planear un viaje, aunque indudablemente hay que saber moverse en el destino.
Silvia Varela, Fernando Pradillo e Irene Serrano -compañeros de la escuela de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid- tenían claro que el modelo de viajero independiente que prefiere organizarse por su cuenta cada vez es más habitual, y vieron un interesante modelo de negocio en este sector. Crearon la plataforma Sherpandipity, en la que los viajeros contactan con personas autóctonas de la ciudad de destino que les enseñarán la cultura desde dentro, ofreciendo aquello que ni una guía ni una recomendación sacada de Internet pueden conseguir: sentirse como un local.
De este modo, los usuarios -o sherpas– se crean un perfil en la web contando lo que ofrecen y lo que cuestan sus servicios. Los clientes pueden contactar con ellos a través de Sherpandipity y contratarlos, y la plataforma cobra una comisión del 15%. “Para el futuro barajamos incluir servicios premium para los usuarios o ingresos por afiliación con otros actores del sector con los que podamos trabajar en una oferta conjunta para el mismo cliente”, afirma Varela. Aunque esos son sus planes de negocio a medio plazo, ahora mismo facturan por volumen, con lo que son rentables si hay muchos contratos a través de su web.
Además de ofrecer un nuevo modelo en el sector del turismo -que como ellos afirman, “pide una innovación a gritos”-, es una forma de generar autoempleo para las personas que quieran compartir experiencias con viajeros de todo el mundo. En Sherpandipity se pueden encontrar tanto particulares como profesionales con una oferta muy variada que va desde guías por museos con entendidos en arte hasta rutas en bicicleta o descubrir a los viajeros sitios donde tomar algo que, de otra forma, no encontrarían.
