Que a los británicos les gusta la cerveza y el vino no es un secreto, y tampoco el precio desorbitado que pagan en el supermercado por una botella de caldo mediocre. “La industria vinícola se ha regido durante años por leyes proteccionistas, snobs y hombres de mediana edad. Hemos dado un giro radical a ese modelo tradicional ofreciendo una salida al mercado a las bodegas independientes”, explica Rowen Gormely, que fundó Naked Wines junto a 12 amigos en 2008.
El modelo de negocio consiste en buscar lo que Gormely llama naked angels: amantes de vinos que se convierten en inversores. Los 65.748 inversores que tiene Naked Wines invierten unos 23 euros mensuales que se destinan a fabricar nuevos vinos en bodegas artesanas e independientes, y a cambio, obtienen un 33% de descuento en cada pedido. No hace falta ser un naked angel para comprar sus vinos: a través de la web cualquiera puede comprar una botella (o unas cajas) a precios competitivos. “Nuestro mercado son los consumidores que son bombardeados con dudosas ofertas en las grandes superficies del tipo –a mitad de precio, 2 por 3, etc.– y a los que no les importa probar algo diferente”. Los vinos de Naked Wines se elaboran a medida, después de ofrecer al bodeguero dinero por una remesa concreta.
Los clientes pueden hablar online con los bodegueros sobre lo que les gustaría.
“Invertimos 3,4 millones de euros de un negocio que tengo en Alemania, y este año cerraremos con unos ingresos de 35 millones”, dice Gormely, que recuerda que el acuerdo que tienen con Amazon –que ofrece a sus clientes bonos descuento– es la mejor manera de darse a conocer”.
