El que la sigue la consigue dice el refrán. En el caso de Budders y Yamnaya todavía está por ver si finalmente lo logran, pero de lo que no cabe duda es de que lo intentan.
En diciembre de 2019, Budders se anunciaba a bombo y platillo como la empresa española que iba a revolucionar el mercado del cannabis en el paraíso de la marihuana legal, California, lanzando una solución tecnológica y una plataforma de delivery. La intención era abrir la sede en San Francisco y desarrollar un modelo que permitía gestionar de forma más eficiente a través de la tecnología un mercado con un potencial cercano a los 17.000 millones de dólares.
“La marihuana medicinal es legal en 47 estados de EE.UU., en algún caso desde hace 30 años, y la marihuana recreacional en 11 estados, desde hace más de 15 años. En California, donde es legal desde hace 10 años, en 2020 generaron más de un billón americano (1.000 millones) de dólares sólo en impuestos. Eso te da una magnitud de este negocio cuando está regulado”, señala Mauri Azabal, CMO de la compañía.
Pero en estas llegó el Covid y lo alteró todo. Y el marketplace que iba a lanzarse en EE.UU. hubo que adaptarlo a España y Europa.
Adaptarse a los nuevos tiempos
“Todos los planes se pararon porque no podíamos viajar y decidimos que íbamos a seguir remando antes de ahogarnos y morir. Ya llevábamos tiempo viendo en paralelo la oportunidad de negocio que se generaba en Europa, estábamos en contacto con players del mercado europeo e incluso con players americanos que querían saltar al mercado europeo. Vimos una oportunidad muy grande y única de hacer un portal multimarca relacionado con el cannabis y derivados del CBD y lanzamos Yanmaya entre julio y agosto de 2020”, confirma el CEO Miguel Martín.
Su objetivo, alcanzar una facturación cercana a los 4,4 millones de euros en 2026. “Es ambicioso, pero en realidad es un mínimo porcentaje del dinero que va a mover este mercado en los próximos años”, aclaran. Como muestra un botón: según la consultora Prohibition Partners, el crecimiento previsto entre 2020 y 2024 para el mercado de los productos farmacéuticos derivados del cannabis es del 360%, lo que supondrá unas ventas en torno a los 2.000 millones de euros. De momento, parecen estar haciendo bien los deberes. Veámoslo:
Aprovechar la tendencia. El mercado de los derivados del cannabis, el llamado CBD, está experimentando un boom sin precedentes, auspiciado por su crecimiento en EE.UU. “Allí las cestas medias de consumo de productos de cannabis son salvajes. En California, por ejemplo, consumen en torno a 1.500 dólares anuales en ocio derivado del cannabis”, recuerda Martín. A este auge también ha contribuido el espaldarazo de la ONU, retirando el cannabis de la lista IV de estupefacientes, o el de la OMS, declarando al CBD como no adictivo.
Pivotaje geográfico. “Cuando llegó la pandemia decidimos mirar hacia Europa convencidos de que tarde o temprano la tendencia tenía que llegar aquí”, insiste el CEO.
Prueba de que no van desencaminados son las cifras que manejan: el mercado del cannabis (CBD, cannabis medicinal y cannabis recreacional) en la UE crecerá un 16% hasta 2024 lo que supone un mercado potencial de 6.000 millones en apenas dos años. El 16% de los adultos de la UE han probado ya productos derivados del CBD y, durante el Covid, el 39% de los usuarios reconocieron haber usado CBD para cuidarse. “No es cuestión de si se va a legalizar o no en Europa, sino de cuándo se va a legalizar. Y lo que estamos haciendo es sentar las bases para posicionarnos los primeros en un negocio que el día de mañana va a explotar”, corrobora Azabal.
Siendo muy escrupulosos con la regulación. “El cannabis se regula a nivel de la Unión Europea pero luego cada país tiene sus matices. Adaptamos el marco regulatorio y empezamos a coger todas esas marcas que tienen un histórico y que te facilitan todas las analíticas y que te dan la confianza para agregarlas”, insiste Martín.
Y Azabal va más allá: “cuando comercializas un producto que tiene cierto estigma tienes que añadir un plus de responsabilidad de manera que, en ausencia de una regulación clara, debemos ser nosotros mismos los que marquemos las pautas de una comunicación responsable y veraz donde prime la información al consumidor”.
Desestigmatizar la industria. “Al hablar del cannabis todo el mundo piensa que es una droga, cuando es una planta con un potencial medicinal tremendo y que está estigmatizada por uno de sus 127 componentes, el THC. Para trabajar contra ese estigma, es importante ofrecer transparencia y credibilidad para dar al usuario la confianza de que lo que está comprando cumple la normativa,” insiste Azabal.
La transparencia la ofrecen a través de la trazabilidad de cada uno de los productos. La credibilidad, por medio de toda la información sobre utilización, normativa, origen o propiedades de todos los productos que comercializan, fundamentalmente aceites, flores, vapeadores, cosmética e incluso CBD para mascotas.
Profesionalizar el sector. Su estrategia para este 2022 pasa por focalizar esfuerzos en el canal off line y en la red de distribuidores. “Se trata de dar un servicio al consumidor de CBD para que encuentre un sitio físico de calidad, cercanía y asesoramiento. Lo importante aquí no es tanto conseguir beneficios rápidos, sino intentar que esto se profesionalice”, explica Martín.
Con la vista en el exterior. “La idea es lanzar en España para validar el modelo, pero nuestro road-map de crecimiento está en otros países. Queremos empezar con mercados más avanzados que nosotros a nivel regulatorio como Israel, Austria, Suiza o Portugal, en Europa, o Colombia, Uruguay o México, en Latinoamérica. Para luego seguir por Italia, Francia, Alemania o Reino Unido. España tiene un potencial enorme a la hora de producir la materia prima, pero estamos dejando que otros países nos tomen la ventaja como Italia, Portugal y Francia.”
“El cannabis es una industria que afecta al sector primario (las plantaciones), al secundario (la producción y transformación) y al terciario (la venta). Traspasar un mercado negro a un mercado blanco aumenta la calidad, los impuestos, los puestos de trabajo y la riqueza”, insisten. Ahora sólo hace falta que los inversores y el mercado les den la razón.
Cifras destacadas
4,4 millones de euros prevén facturar en 2026
5 personas en plantilla
6.000 millones es el mercado potencial de cannabis en Europa en 2024
1.500 dólares anuales por persona gastan en cannabis en California