“Fundé la compañía en 2006 cuando traté de comprar unas gafas de sol a mi sobrina Emma y no encontré nada en el mercado que me convenciera; sólo había horrorosas gafas de plástico que no ofrecían la protección necesaria”, explica Julie Diem Le, directora de la empresa Zoobug y oftalmóloga de profesión. Básicamente éste fue el pistoletazo de salida para crear una marca que se posicionara en el mercado con el estandarte de calidad, moda y comodidad. Con una inversión de 40.000 euros, Diem Le creó una línea de gafas de sol de calidad destinadas en exclusiva al público infantil hasta los 12 años. “Todos nuestros modelos cumplen con los requerimientos internacionales de protección contra las radiaciones UV”, asegura la oftalmóloga.
Zoobug ofrece cuatro líneas: First Zoobugs (con divertidas monturas para los más pequeños), Flexibugs (ajustables y resistentes, hasta los ocho años), Designer (para los más mayores) y Sports (para los deportistas).
ABRIRSE AL MERCADO
La visión emprendedora de Diem Le no se quedó ahí. Zoobug también ofrece una línea divertida de monturas para los niños que necesitan usar gafas a diario: “Una de mis metas ha sido hacer que estos niños se sientan orgullosos de llevar gafas”, explica esta emprendedora, que ya ha sido galardonada con uno de los más prestigiosos premios en el mundo de la óptica: el Silmo d’Or en la categoría infantil. Su empresa, que tiene unos ingresos anuales de más de medio millón de euros, ha iniciado una campaña expansiva y ofrece sus gafas, no sólo en ópticas y grandes almacenes, sino también en la mayoría de los aeropuertos británicos. Y la verdad es que Zoobug no sólo es conocida en las tiendas Duty Free, ya que este año fue invitada al número 10 de Downing Street para conocer al entonces primer ministro Gordon Brown: “Les regalé un par de gafas a sus hijos”, afirma.