eAgronom es una empresa de tecnología agrícola fundada en 2016 en Estonia por dos jóvenes emprendedores motivados, en principio, por desarrollar un software que mejorase la gestión de los terrenos agrícolas del padre de uno de ellos. Sin embargo, y a raíz del protocolo de Kioto, se hablaba ya de la posibilidad de compensar la huella de carbono de forma voluntaria a través de los créditos generados por lo que se conoce como agricultura de conservación. Deciden entonces los fundadores pivotar la empresa y orientarla a la gestión de dichos créditos.
Si bien la agricultura es una de las principales fuentes de emisiones contaminantes en la actualidad, también representa una oportunidad para eliminar el CO2 de la atmósfera. Los suelos constituyen el sumidero de carbono más grande fuera de los océanos y los científicos estiman que tienen el potencial de secuestrar más de mil millones de toneladas adicionales de carbono al año. Se requiere la adopción a gran escala de prácticas agrícolas regenerativas. Sin embargo, las limitaciones financieras siguen siendo barrera clave para muchos agricultores.
El crédito del carbono voluntario es un instrumento útil para las empresas que quieren compensar su huella de carbono. Al margen están aquellas compañías obligadas por ley a dicha compensación.
Por su parte, la agricultura de conservación se basa en la aplicación de prácticas más sostenibles en el campo mediante la siembre directa, rotación de cultivos, (para cultivos herbáceos); las cubiertas vegetales (en cultivos leñosos); además para ambos siempre mantener el suelo cubierto con los restos vegetales. Con dichas técnicas los agricultores evitan la degradación y erosión del suelo, consiguiendo una mejora de sus cultivos. Es decir, producen lo mismo con menor consumo de combustible ayudando de esta forma al medio ambiente. Además, los créditos de carbono así generados pueden luego ser vendidos a las compañías que necesiten compensar sus emisiones.
Generación y venta de los créditos de carbono
A ayudar a los profesionales del campo a transitar hacia este modelo de producción más sostenible y a ponerlos en contacto con empresas interesadas en adquirir sus créditos de carbono aumentado así la rentabilidad de su actividad, es a lo que se dedican en eAgronom. Polonia fue el primer país en adoptar la solución de esta startup que luego fue ampliado su radio de operación en todo el centro de Europa. Ahora llega a España y Portugal de la mano de eAgronom Iberia S.L. cuyo responsable de expansión es José Alfonso Mantas Ruiz, ingeniero agrónomo con larga trayectoria en el sector.
Con más de 800.000 hectáreas en España destinadas ya a la agricultura de conservación, se entiende que no es nada nuevo. Sin embargo, lo que les permite eAgronom es desarrollar un plan práctico de captación de carbono ayudando a los agricultores a convertir esta labor de sostenibilidad en una forma de obtener pagos por sus créditos de carbono generados.
En la actualidad, eso significa entre 0,8 y 1,5 créditos de carbono por hectárea para el cereal, mientras que en los leñosos se asignan entre 3,5 y 5 créditos por hectárea. En el mercado actual un crédito de este tipo cotiza en torno a 35-45 euros. De dicha cantidad y, en caso de operar con eAgronom, el agricultor paga una comisión del 28% a la compañía intermediaria mientras que él recibe el 72% del importe. “Es otra forma de obtener ingresos adicionales para el agricultor, quien no adelanta nada porque, si él no gana, nosotros tampoco. No obstante, más importante aún que las ganancias directas, es preservar la salud del terreno y mitigar el cambio climático”, señala Mantas Ruiz.
eAgronom utiliza inteligencia artificial y tecnologías de detección remota. Gracias a esto, los productores de granos toman decisiones mejores y más rentables ya que pueden monitorizar sus cultivos en tiempo real y acceder a la información de los campos, recibir informes automatizados, crear planes de cultivos y de rendimiento y generar cronogramas de actividades agrícolas.
Además, el servicio de consultoría de eAgronom ofrece asesoramiento sobre la construcción de proyectos agrícolas regenerativos para la generación y venta de créditos de carbono. Desde que el agricultor opta por adherirse al programa mediante la firma de un contrato por 10 años, tiene derecho a percibir los ingresos que empiezan a hacerse efectivos a partir del segundo año.
“La agricultura tradicional tiene los días contados”
Así es como en eAgronom trabajan con agricultores que, además de abogar por la sostenibilidad y la mejora de la calidad del suelo, buscan hacerlo de una manera económicamente rentable para ellos a corto y medio plazo. Es, asimismo, una forma de anticiparse a los tiempos y estar preparado para los cambios que se avecinan porque, como recuerda Mantas, “no solo la Política Agraria Común (PAC) está incentivando ya la adopción de estas prácticas mediante la concesión de ayudas, sino que también el Consejo Europeo prevé obligar a los agricultores a compensar sus emisiones en el camino necesario a la descarbonización. La agricultura tradicional tiene, pues, los días contados”.
Ligado a la advertencia, celebra Mantas Ruiz cualquier iniciativa encaminada a modernizar el sector y hacerlo de forma amistosa con el planeta con especiales elogios al papel que, en este sentido, lleva años desempeñando Cajamar. “Pena que no haya más instituciones que, como Cajamar, apoyen de forma incondicional los avances de un sector referente en nuestro país”, concluye.