Los empleados de Jeff Bezos en Blue Origin han dicho basta. El proyecto espacial del fundador de Amazon echó a andar hace unas semanas, con el despegue de su primer viaje para civiles. Un avance que sin duda promete revolucionar el sector del turismo de lujo en el futuro, pero que ya ha creado algunos problemas entre la plantilla, que acusan a Bezos de presionarles demasiado para ganar la batalla que se libra entre los emprendedores más prestigiosos del mundo.
Así, más de una veintena de empleados -antiguos y actuales- de Jeff Bezos han firmado una carta abierta en la que critican los métodos de trabajo del fundador de Amazon durante los últimos meses. “Competir con otros multimillonarios —y ‘progresar para Jeff’— parecía tener prioridad sobre las cuestiones de seguridad que habrían ralentizado el programa”, explican.
En este sentido, algunas informaciones apuntan a que las alertas de seguridad sobre la aeronave fueron desoídas por Jeff Bezos y el resto del equipo directivo de la compañía, y que la mayoría de los conocedores de estos fallos no se montaría jamás en una nave de Blue Origin.
Además del ambiente tóxico y de presión que Jeff Bezos lleva meses aplicando sobre su plantilla, las empleadas de Blue Origin han acusado a varios directivos de la empresa por prácticas sexistas. De hecho, uno de los ejecutivos más cercanos al fundador de Amazon y al CEO de la compañía, Bob Smith, fue promocionado a pesar de tener pendientes varias acusaciones por acoso sexual de las empleadas.
La noticia sale a la luz unos meses después de que Jeff Bezos diera un paso atrás en Amazon, dejando el puesto de CEO a una de sus manos derechas, Andy Jassy, para centrarse por completo en sus otros proyectos, entre los que destaca Blue Origin.
Jeff Bezos, Elon Musk o Richard Branson compiten por el control del turismo espacial
La presión excesiva a la que parecen haberse visto sometidos los empleados de Blue Origin tiene que ver con la intensa batalla que se está librando en la cumbre de los emprendedores por el control del turismo espacial. Richard Branson, con Virgin Galactic, Elon Musk, con SpaceX y el propio Jeff Bezos luchan por ser líderes en un segmento dedicado al público más pudiente.
En este sentido, los tres emprendedores llevan alrededor de dos décadas desarrollando sus propios cohetes y naves aeroespaciales, con la intención de transformar el turismo de lujo y que viajar al espacio sin ser astronauta sea una opción para los multimillonarios durante sus vacaciones. El billete para acceder a una de sus aeronaves ha llegado a costar 28 millones de dólares.
Así, aunque Jeff Bezos y Richard Branson ya han realizado sus primeros viajes espaciales, Elon Musk todavía está desarrollando el proyecto de su compañía, SpaceX, que promete ir un paso más allá y vender billetes para que los turistas puedan visitar la Estación Espacial Internacional, algo que podría retrasarse varios meses.