El emprendedor hotelero Kike Sarasola parece estar de vuelta. Tras haber salvado a Room Mate de la quiebra después de un concurso de acreedores favorable y la entrada de nuevos inversores a la compañía, Sarasola ha presentado el nuevo modelo de negocio de su proyecto, que pasa por apostas por los pisos turísticos e, incluso, los hostales.
“Retomo mi sueño, que algún día alcanzaré, de llegar a 100 hoteles. De momento vamos a crecer en Europa. Seguiremos las directrices de los nuevos dueños, con los que compartimos valores e ideas. Estamos muy alineados”, explicó el propio Kike Sarasola en una intervención recogida por el diario Cinco Días.
La salvación de Room Mate se ha producido en un momento donde la compañía parece estar recuperando sus números previos a la pandemia, después de haber sido uno de los más afectados por los confinamientos y las restricciones de movilidad impuestas en la mayoría de países del mundo en los últimos dos años. “Ha sido un gran año para todos, parecido a 2019 teniendo en cuenta, además, que los tres primeros meses estuvimos sin actividad”, reconoció Kike Sarasola.
Así, a los 22 hoteles que Room Mate gestiona en la actualidad, la empresa dirigida por el emprendedor español, de la mano de sus nuevos inversores, Angelo Gordon y Westmont Hospitality Group, apostarán por los edificios de pisos turísticos e, incluso, los hostales, un segmento donde ya han entrado con la apertura de un negocio en Estambul. En este contexto, Kike Sarasola considera que “las perspectivas para 2023 son muy optimistas”.
La complicada situación por la que atravesaron Kike Sarasola y Room Mate
El resurgir de Kike Sarasola se ha producido después de dos años muy complicados para el emprendedor y su compañía, Room Mate, cuya viabilidad llegó a verse comprometida. Más, aún, después de la retirada del apoyo de Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega, quien es accionista de la compañía.
Así, su sociedad de inversión, Rosp Corunna, es la propietaria del 31% de Room Mate, y avaló préstamos por importe de 89 millones de euros a la compañía de Kike Sarasola durante 2020, el año de la pandemia. Dos años después, en 2022, Sandra Ortega llegó a denunciar a la empresa por impago en dos de sus hoteles, que eran propiedad de la hija del fundador de Inditex.
Sin embargo, el grupo hotelero parece haberse repuesto de la situación, y tiene la intención de regresar al mercado apostando por nuevos modelos de alojamiento. Eso sí, manteniendo la esencia de aquella compañía que salió al mercado en el año 2000 para revolucionar el sector hotelero con un modelo muy centrado en la experiencia del cliente.
“Está muy relacionado con mi gran obsesión que es ponerse en la piel del cliente. Esa es la equivocación más recurrente en España: el hotelero se olvida de las necesidades reales del cliente. Cliente no es el que duerme una noche, ésa es una visita. Cliente es el que repite. Hay que prestarle la máxima atención y que todo el negocio gire en torno a satisfacer sus necesidades”, explicaba el propio Sarasola en una entrevista con EMPRENDEDORES.