En el contexto actual, con cierre de empresas y proyectos de negocios asfixiados por la dificultad de acceso a la financiación, el reemprendimiento adquiere más valor que nunca, una estrategia que emana de los 10 principios de la Small Business Act de la Unión Europea y que forma parte de la agenda de las principales entidades –públicas y privadas– de creación de empresas.
Foro ADR es una de ellas. La asociación de las agencias de desarrollo regional (18 en total) ha llevado su compromiso con la segunda oportunidad empresarial a la VI Reunión de Directivos de las Agencias Españolas de Desarrollo Regional, en la que se aprobó un informe preliminar de medidas de apoyo al reemprendimiento, presentado por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia.
Las medidas de apoyo se articularán en una campaña de sensibilización general que se apoya en la plataforma Emprendodenuevo.com, un banco de ideas (las de mayor crecimiento y respaldo financiero), recopilación y reutilización de proyectos viables, formación (con tutela de expertos) y la intermediación de ForoADR ante las Administraciones y entidades relacionadas con el mundo empresarial.
En ese sentido, ForoADR hará llegar a la Administración, colegios profesionales y órganos legislativos un paquete de propuestas que mejoren la ley concursal, “para que cumpla mejor su fin último que es conseguir la continuidad de la actividad empresarial”.
En definitiva, según Juan Hernández, presidente de ForoADR, se trata de modificar el marco normativo y hacerlo más sencillo y menos costoso económicamente, “para que aquellas personas que tengan que pasar por el trance de cerrar su empresa, no tengan que sufrir un laberinto judicial que les impida volver a emprender”.
Quitas y moratorias
Otra iniciativa, en este caso legislativa, a favor de la segunda oportunidad empresarial la encontramos en la Ley de Emprendedores, recientemente aprobada, que permite quitas del 25% y moratorias de hasta tres años en los pagos en los casos de proyectos empresariales fallidos, además de no tener que responder con el patrimonio personal por las deudas generadas por la actividad empresarial.