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25 Mar, 2023

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El campus de Excelencia, en el que se dan cita habitualmente premios Nobel, dirigentes políticos y jóvenes postgraduados escogidos entre los mejores de todo el mundo, tendrá este año una mayor presencia del mundo empresarial. Como en ediciones anteriores, su principal objetivo es la transferencia de conocimientos entre los líderes de hoy y los mandatarios del futuro de todas las áreas. Pero en esta edición, que se celebrará por primera vez en Madrid (los días 26, 27 y 28 de noviembre) y tendrá como eje central la búsqueda de soluciones para acabar con el hambre y la sed en el mundo, el evento contará con un campus desde el que impulsar la creación de empresas sociales en el Tercer Mundo. O dicho en otras palabras, empresas que conviertan la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en el eje principal del negocio.

Con un tema tan afín a nuestra revista, Emprendedores participa como patrocinador de este encuentro único en el mundo, que trae otra novedad importante: por primera vez abre sus puertas a quienes estén interesados en acudir a este evento (hasta ahora sólo se podía acceder por invitación). El objetivo es atraer a personas con vocación de crear empresas sociales y directivos que busquen soluciones a sus problemas. El director del Campus, José Ramón Calvo, explica la filosofía que hay detrás de esta edición.

  • ¿Cuesta mentalizar a las empresas para que inviertan en este tipo de proyectos?
    Yo creo que eso entra dentro de la RSC. Que las empresas quieran invertir dependerá de que comprendan que el hambre y la sed es un problema básico, cuya solución tenemos al alcance de la mano. Y que sólo pueden resolver quienes toman las decisiones políticas y quienes tienen el dinero para invertir. Por eso, nosotros estamos poniendo a políticos y empresarios juntos. Algunos de los problemas del mundo se han resuelto porque hay emprendedores sociales que han sido capaces de poner en marcha proyectos y programas que han dado lugar a riquezas añadidas en los entornos donde están. Y de eso Ashoka tiene muy buenos ejemplos.
  • ¿Qué papel tiene esta red de emprendedores sociales en el campus?
    Ashoka aporta el núcleo de problemas sobre los que se va a discutir. Traerá emprendedores sociales que tengan un problema, para que los asistentes al campus puedan darle una solución y una financiación viable. El objetivo es que se lleguen a financiar ocho proyectos, que den respuesta a los ocho objetivos del milenio. Pero quiero dejar claro que el campus no es sólo un lugar donde uno va a buscar negocio. Te ofrece la posibilidad de hacerlo porque puedes encontrarte con gente de muy alto nivel a la que normalmente no vas a tener acceso, pero el campus es fundamentalmente un lugar de transferencia de conocimientos. Este año tiene dos áreas. Una es la transferencia de conocimientos entre dos generaciones. Y la segunda es el networking, donde ponemos en contacto a directivos y empresarios con universitarios y personalidades de la vida cultural, social, académica y financiera.
  • ¿Cómo se produce esa transferencia de conocimiento?
    Hay distintas vías. Una de ellas es a través de encuentros organizados en ocho salas que hemos creado, cada una con un objetivo del milenio. En ellas juntamos 13 o 14 postgraduados con uno de los premios Nobel y con unos o dos jefes de Estado, para discutir sobre un problema relacionado con ese objetivo. El problema lo trae una persona de Ashoka, que es un emprendedor social que está en el campus y quiere encontrar una solución al mismo.
  • ¿Os han comparado alguna vez con otras cumbres internacionales, como Davos?
    Sí, nos han comparado con muchos encuentros de líderes políticos, pero somos completamente distintos. Davos es el encuentro del neoliberalismo puro, nosotros hablamos de temas empresariales y económicos con un componente social muy claro. Este año tenemos 20 premios nobel, ministros, jefes de estado… una panoplia de personalidades importante, que al compartir ideas con jóvenes postgraduados hacen del campus algo único en el mundo.

Un encuentro de élite abierto a todos
La edición de 2009 se traslada a Madrid para potenciar la dimensión internacional del evento y se hace mucho más abierta. Hasta ahora, sólo podían participar en el Campus personalidades invitadas y estudiantes seleccionados entre los mejores del mundo. Este año se crearán 1.000 plazas de libre acceso, para quienes quieran asistir y tener la oportunidad de relacionarse con todas las personalidades presentes. Para ello, es necesario formalizar una preinscripción y pagar una cuota, aún por determinar, pero que estará en torno a los 900 euros.

Club de excelencia
Uno de los objetivos de esta mayor apertura del encuentro es crear un club de excelencia empresarial, en el que emprendedores tendrá una participación muy activa, proponiendo nombres de invitados y elaborando parte del programa que tenga que ver con la creación de empresas y la gestión empresarial. Se trata de que los emprendedores puedan acceder al conocimiento de los mayores expertos en temas relacionados con el hambre y la sed en el mundo. Y que los directivos de empresas puedan compartir ideas para la búsqueda de soluciones que afecten actualmente a sus negocios.

Networking al más alto nivel
El objetivo del encuentro es que se produzca una transferencia de conocimiento real y sin limitaciones. Por eso, su funcionamiento es mucho más abierto de lo que suele ser habitual en este tipo de encuentros. “En el Campus hay total libertad para dirigirse a cualquier persona, sea del nivel que sea. Durante tres días, puedes sentarte a comer, tomar café o charlar en los momentos de ocio con cualquiera de los ponentes. No limitamos el movimiento de las personas dentro, pero sí el número de personas que pueden acceder para garantizar un networking real”, explica José Ramón Calvo.