Muchos de mis estudiantes que están interesados en emprender no tienen todavía ni una idea ni una tecnología”, señala Bill Aulet en su libro “La disciplina de emprender” (Lid Editorial). “Para que estés preparado para identificar rápidamente buenas oportunidades, es necesario que antes te analices a ti mismo: tus intereses, fortalezas y capacidades”.
Y para llevar a cabo este análisis nos propone hacer este ejercicio, solo o con un grupo de posibles fundadores, en el que tengas en cuenta lo siguiente:
• Conocimientos: ¿en qué se ha centrado tu educación o tu carrera?
• Capacidad: ¿en qué eres más competente?
• Contactos: ¿a quién conoces que tenga experiencia en determinados sectores? ¿Conoces a otros emprendedores?
• Recursos financieros: ¿tienes acceso a recursos financieros significativos o dependes de una pequeña cuenta de ahorros para empezar?
• Reconocimientos: ¿por qué sois conocidos tú o tus socios? ¿Talento para la ingeniería?
• Experiencia profesional: en tus trabajos anteriores, ¿qué ineficiencias o puntos de dolor existían?
• Pasión por un mercado concreto: ¿te emociona la idea de mejorar la atención sanitaria? ¿Educación? ¿Energía? ¿Transporte?
• Compromiso: ¿tienes el tiempo y la capacidad de esfuerzo necesarios para entregarte a esta empresa? ¿Estás preparado para hacer de tu nueva empresa tu foco principal (único)?
“Si tú o tu grupo fundador sois buenos en programación – afirma Aulet- y en gestión de proyectos, podríais sentiros más cómodos desarrollando una aplicación web. Si eres experto en hacer prototipos con rapidez, podrías plantearte crear algún producto físico de algún tipo. O si tu experiencia profesional se ha centrado en la educación o la medicina, podrías valorar crear algo que mejorase estas áreas”.
Emprendedor-usuario
El autor de “La disciplina de emprender” comenta finalmente que “con relativa frecuencia descubrirás una idea o una tecnología que no solo supone una mejora para tí, sino que esa idea o tecnología tiene el potencial para ayudar a muchos otros. Este fenómeno se llama emprendedor-usuario. La Fundación Kauffman ha descubierto que aproximadamente la mitad de las startups de innovación creadas hace más de cinco años fueron fundadas por este tipo de emprendedores”.