Mike Michalowicz, en su libro El empresario del papel higiénico: Cómo limpiar y sacar a flote tu negocio incluso si ya se te está terminando el papel (Ed. Sirio), afirma que “tres trozos de papel es todo lo que necesitas para crear un negocio de éxito”. Michalowicz inició su primer negocio a los veinticuatro años, sin experiencia, sin dinero y sin contactos, convirtiéndolo en breve plazo en una importante empresa que vendió por varios millones de dólares. Lo mismo hizo otra vez. Y luego otra.
En su libro describe a este tipo de emprendedores como “innovadores capaces de hacer maravillas con tres trozos de papel o, incluso, con todavía menos”. Sus cualidades fundamentales son:
Tienen unas creencias bien afianzadas
Saben que el éxito viene determinado casi en un 100% por sus creencias, no por su educación, ni por sus medios o circunstancias.
Tienen pasión
Siempre, absolutamente siempre, trabajan en un campo que les apasiona.
Se inclinan hacia la acción inmediata
Prefieren actuar a quedarse sentados. Es cierto que actuar de forma precipitada puede causarles problemas, pero, precisamente eso, el actuar demasiado pronto en lugar de tomarse su tiempo, es lo que les proporciona los mayores beneficios.
Son muy buenos en muy pocas cosas
Encuentran los pocos puntos fuertes que tiene su carácter y les sacan todo el jugo. Las cosas que no se les dan bien, las dejan en manos de otros.
Utilizan más el ingenio que el dinero
El dinero es como una droga que durante un tiempo oculta todos tus problemas.
Dominan un nicho
Eligen siempre un mercado en el que hay poca competencia o no existe el tipo de productos, servicios y valores que ellos pueden ofrecer.
No son normales
Son personas que arriesgan. No suelen guiarse por las reglas y suelen saltarse las normas sociales. Les encanta desafiar el orden establecido.
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