Uno o varios emprendedores eligen una línea de financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para desarrollar su proyecto. Acuden a un banco que media para su concesión y entregan toda la documentación. Varios días después la entidad les llama para decirles que necesitan avales para recibir el préstamo solicitado.
Esta historia la han vivido miles de emprendedores en nuestro país. Pero ¿es lógico que un banco siga los mismos criterios que utiliza para conceder sus préstamos cuando sólo media en una operación en la que quien arriesga su dinero es el Estado?
Aún más, como recoge el estudio Son de fiar los innovadores de la Asociación para el Desarrollo y la Innovación Empresarial (AS-Innova), “la paradoja es mayor, porque en el improbable caso de que haya garantías, ¡la banca preferirá prestar su propio dinero, bajo sus propias condiciones, que el del Estado, que implica unas condiciones (comisiones, intereses, etc.) menos favorable para su bolsillo!”.
Una oportunidad histórica
La reforma del ICO que se va acometer debería contemplar estos graves problemas. Entre las propuestas de AS-Innova está la de que “la banca y la Administración debería exigir de los emprendedores la presentación de Planes de Negocio sólidos, que demuestren un cociente beneficio/riesgo favorable. Ese cociente debería ser garantía suficiente para la concesión de préstamos”.
Otra de sus propuestas en este sentido es la de que “La Administración debería dedicar una parte de la financiación que pone a disposición de los innovadores a través de la Banca a crear un Fondo de Garantía que facilite la concesión de créditos a los emprendedores, sin necesidad de que estos los garanticen personalmente”.
Y es que, concluye también este informe, “En las condiciones actuales, es imposible que se desarrolle en España un tejido innovador, a pesar del nada despreciable talento que se genera en los centros de investigación públicos y en el sector privado”. Es decir, o cambiamos o seguiremos igual de mal.
En el gráfico puede observarse como el volumen de capital concedido por el ICO en su línea de créditos a emprendedores ha sufrido un descenso considerable durante los nueve primeros meses de 2009. ¿Consecuencia de la crisis y de una menor demanda de financiación? ¿O debido a que el actual sistema no permite a muchos emprendedores conseguir estos créditos?