Bonos y pagarés a través del MARF
El Mercado Alternativo de Renta Fija, ya operativo, ayudará a conseguir liquidez a medianas empresas que puedan acreditar solvencia. Quienes presenten sus cuentas auditadas de los dos últimos ejercicios, podrán emitir bonos y pagarés de entre dos y cinco años para obtener efectivo, a cambio de unas rentabilidades que los analistas sitúan en torno al 7%. Su principal ventaja es que agilizará la entrada de capital para empresas con problemas de liquidez a pesar de tener negocios rentables y lo conseguirán a menor coste, ya que no tendrán que pasar por el folleto de la CNMV.
Además, el Gobierno va a incentivar este nuevo mercado con ayudas fiscales e incentivos, como la exención del pago del Impuesto de Sociedades a las empresas que inviertan en él y obtengan beneficios. También creará, a través del ICO, una línea de crédito para financiar la adquisición de pagarés. ¿Sus inconvenientes? Que es un sistema que obliga a las compañías emisoras a pasar por una agencia de calificación de rating, que serán emisiones altas (entre 20 y 25 millones de euros) y que no está abierto a todos los inversores. Serán inversores cualificados, ya que hay que hacerlo a través de fondos de inversión y por importes mínimos de 100.000 euros.
Se espera que el MARF movilice 1.000 millones de euros en el primer año (3.300 millones en el futuro) y que unas 800 pymes se beneficien en los próximos años de esta nueva vía de financiación que copia el modelo alemán instaurado en 2010 y que ha generado más de 3.000 millones de euros de financiación para las medianas empresas.
Capital riesgo público
Otra novedad es la creación de un fondo de capital riesgo a través del ICO; el Fond-ICO Global, dotado con 1.200 millones de euros. Su objetivo es promover la creación de fondos de capital riesgo de gestión privada que realicen inversiones en todas las etapas de emprendimiento: capital semilla, expansión…
Los fondos que formen parte del programa tendrán importantes incentivos y facilidades.
FOMIT, un fondo para el turismo
Otra novedad es la apertura del Fondo del Estado para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas (FOMIT) a las empresas privadas. Una vía de financiación hasta ahora reservada a entidades públicas. El problema es que es exclusivamente para el turismo, que dispone de una partida relativamente pequeña y que las exigencias para solicitarlo hacen que sólo se puedan beneficiar empresas que ya se encuentran en dificultades para refinanciar sus deudas. Los Presupuestos Generales del Estado para 2014 contemplan una dotación de 185 millones de euros.